caracteres hace millones de siglos.
El hecho importante, el que choco a nuestros progenitores desde la
infancia de la civilizacion, y fue contado diariamente en sus leyendas,
consiste en que las rocas, distribuidas en hiladas regulares, en capas
superpuestas como las de un edificio, han sido colocadas por las aguas.
Si nos paseamos a la orilla de un rio; si en un dia de lluvia miramos el
arroyuelo temporal que se forma en las depresiones del suelo, veremos a
la corriente apoderarse de las guijas, de los granos de arena, del polvo
y de todos los residuos esparcidos, para distribuirlos ordenadamente en
el fondo y en las orillas del cauce; los fragmentos mas pesados se
depositaran en capas en los sitios donde el agua pierde la rapidez de su
primer impulso; las moleculas mas ligeras iran mas lejos a extenderse en
estratos en la superficie lisa; finalmente, las tenues arcillas, cuyo
peso apenas excede al del agua, se amontonaran donde se detenga el
movimiento torrencial de esta. En las playas y en las cuencas de lagos y
mares, las hiladas de residuos sucesivamente depositados guardan mayor
regularidad, porque las aguas no tienen el impetu de las ondas fluviales
y todo cuanto recibe su superficie se tamiza a traves de la profundidad
de sus aguas; y alli permanece, sin que nada turbe la accion igual de
las olas y las corrientes.
Asi es como se divide el trabajo en la gran naturaleza. En las costas
penascosas del Oceano combatidas por las olas de la alta mar, se ven
cantos y guijarros amontonados. En otras partes se extienden hasta donde
alcanza la vista playas de arena fina, en las cuales las ondas de la
marea se desarrollan en espumosas volutas. Los buzos que estudian el
fondo del mar nos dicen que en vastos espacios, grandes como provincias,
los despojos arrancados por los instrumentos se componen siempre de un
cieno uniforme con diversas mezclas de arcilla o de arena, segun los
parajes. Tambien han comprobado que en otros sitios del mar la roca
formada en el fondo del lecho maritimo es creta pura. Conchas,
espiguillas de esponjas, animalillos de todas clases, organismos
inferiores, siliceos o calcareos, caen en lluvia incesante desde las
aguas de la superficie y se mezclan con los innumerables seres que se
acumulan, viven y mueren en el fondo, en muchedumbres que bastan para
construir hiladas tan grandes como las de nuestras montanas. Por otra
parte, estas estan formadas con residuos del mismo genero. En un
porvenir desc
|