FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88  
89   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111   112   113   >>   >|  
con sus brazos un florido islote, encantador ramillete de tallos que se estremecen sin cesar. Mas lejos, el cauce nevado que la sombra de una roca defendio de los rayos solares, esta esmaltado completamente de flores: la benigna temperatura que despiden ha derretido la nieve a su alrededor. Parece que brotan de una copa de cristal de fondo azulado por la sombra. Otras flores de mayor sensibilidad no se atreven a entrar en inmediato contacto con la nieve, y cuidan de rodearse de muelle funda musgosa. Asi hace la clavellina roja de los vertices nevados, y semeja un rubi colocado en almohadon de terciopelo en medio de un lecho de blanco plumon. En las pendientes de la montana, los bosques alternan con las manchas de cesped, pero nunca al azar. La presencia de arboles grandes indica siempre, en la vertiente que los produce, tierra vegetal de bastante espesor y abundante agua de riego: de modo que, gracias a la distribucion de bosques y praderas, pueden leerse de lejos algunos secretos de la montana, siempre que el hombre no haya intervenido brutalmente derribando los arboles y modificando el aspecto del monte. Regiones enteras hay en que el hombre, avido de riquezas, ha talado todos los arboles: no ha quedado ni un tronco, porque las nieves, a las cuales no detiene ya la barrera viva, resbalan libremente en la temporada de los aludes. Descarnan el suelo, lo raspan hasta la roca, llevandose consigo todos los residuos de las raices. La antigua veneracion casi ha desaparecido. En otro tiempo, el lenador apenas se atrevia a la selva montanesa: el viento que en ella gemia se le figuraba voz de los dioses. Habia seres sobrenaturales ocultos bajo la corteza, y la savia del arbol era tambien sangre divina. Cuando tenian que tocar con el hacha uno de aquellos troncos, lo hacian temblando, y el montanes de los Apeninos decia: "Si eres dios o diosa, perdoname"; y recitaba devotamente las plegarias propias del caso, pero no se quedaba muy tranquilo despues de sus genuflexiones. Al blandir el hacha, veia agitarse las ramas encima de su cabeza. Pareciale que las rugosidades de la corteza adquirian expresion de ira y se animaban con terrible mirada. Al primer golpe, parecia la humeda madera como sonrosada carne de ninfa. "El sacerdote lo ha permitido, pero ?que dira la propia divinidad? ?No retrocedera el hacha de pronto, para hendir el cuerpo de quien la esta manejando?" Aun quedan hoy mismo arboles adorados: el montanes ignora p
PREV.   NEXT  
|<   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88  
89   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111   112   113   >>   >|  



Top keywords:

arboles

 

siempre

 

flores

 

corteza

 
hombre
 

sombra

 

montanes

 

bosques

 

montana

 

sangre


tambien
 

divina

 
aquellos
 
troncos
 

temblando

 

Apeninos

 
tenian
 

hacian

 
Cuando
 
veneracion

desaparecido

 

lenador

 

tiempo

 

antigua

 
raices
 
raspan
 

llevandose

 

consigo

 

residuos

 

apenas


atrevia

 
dioses
 

ocultos

 

sobrenaturales

 

figuraba

 
montanesa
 

viento

 

sacerdote

 
permitido
 

divinidad


propia

 

humeda

 

parecia

 
madera
 

sonrosada

 

retrocedera

 

quedan

 

adorados

 

ignora

 

manejando