tado de nuestra diminuta labor humana, es poca cosa comparado
con los desprendimientos naturales producidos por la accion de los
meteoros o a consecuencia del impulso interior del monte. Aun pasados
largos siglos, los grandes aludes de piedras ofrecen tan revuelto
aspecto, que dejan en el espiritu una impresion de horror y de espanto.
Pero cuando la naturaleza ha acabado por separar el desastre, los sitios
mas agradables de la montana son precisamente aquellos en que lo
escarpado se ha sacudido para llenar de rocas su base. Durante el curso
de los siglos trabajaron las aguas, llevando arcilla y leve arena para
reconstituir su cauce y formar en las cercanias una capa de tierra
vegetal; los torrentes han limpiado poco a poco su lecho, royendo o
separando las piedras que les molestaban; el monstruoso pavimento
formado por las rocas mas pequenas se ha cubierto de hierbas,
convirtiendose en pasto montuoso, erizado de puntas; los grandes
penascos se han vestido de musgo y se agrupan aca y alla en pintorescos
collados; grupos de arboles crecen al lado de cada reborde roquizo y
siembran de encantadoras manchas de verdura el grato paisaje. Como el
rostro del hombre, cambia de expresion la faz de la naturaleza; a la
mueca ha sucedido la sonrisa.
CAPITULO VIII
#Las nubes#
Comparada con el tamano del globo, la montana, por alta que parezca, es
una simple arruga, menos gruesa en proporcion, que una verruga en el
cuerpo de un elefante: es un punto, un grano de arena. Y sin embargo,
ese relieve, tan minimo en relacion con el gran planeta, bana sus
laderas y su cresteria en regiones aereas muy distintas de las que en la
llanura sirven de residencia a los pueblos. El peaton que en el
transcurso de algunas horas sube desde la base del monte hasta las penas
de la cima, hace en realidad un viaje mas grande, mas fecundo en
contrastes que si empleara anos en dar la vuelta al mundo, a traves de
los mares y de las regiones bajas de los continentes.
Gravita el aire en pesada masa sobre el Oceano y las comarcas que tienen
poca altura sobre el nivel del mar, y en las alturas se enrarece y
adquiere cada vez mayor ligereza. Centenares y millares de montes elevan
en la tierra sus cumbres a una atmosfera cuyas moleculas estan dos
veces mas separadas que las del aire en llanuras inferiores. Cambian
alli arriba los fenomenos de la luz, del calor, del clima y de la
vegetacion; el aire mas enrarecido deja pasar mas facilmente los rayos
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