, se yergue junto al camino. Al admirar sus soberbias
proporciones, su potente masa, la finura de su grano, experimentaba yo
cierto espanto. Una veredilla que se apartaba del camino, iba derecha
hasta el pie de una piedra formidable. Alli cerca estaban amontonados
restos de vajilla y de carbon; la valla de un jardin se paraba
bruscamente en la roca, y acirates de legumbres, medio invadidos por la
hierba, rodeaban un lado de la enorme masa.
?Quien habia escogido tan caprichoso lugar para establecer alli un
jardin y para abandonarlo luego? Poco a poco fui comprendiendolo. El
sendero, la pila de carbon, el jardin habian pertenecido a una casuca
aplastada entonces bajo la roca. Supe mas tarde que durante la noche del
derrumbamiento dormia un hombre solo en aquella casa; despertole
sobresaltadamente el estrepito del penasco, bajando de punta en punta
por la montana, y salio escapado por la ventana para buscar abrigo
detras del ribazo del torrente; apenas habia dejado su habitacion,
cuando el enorme proyectil se desplomaba sobre la cabana y la hundia
algunos metros en el terreno, bajo su peso. Desde su afortunada fuga,
reconstruyo el hombre su choza, cobijandola confiadamente en la base de
otra roca desprendida del muro formidable.
En mas de un valle hay hacinamientos de piedras, las cuales forman
desfiladeros por donde dificilmente se abren paso senderos y torrentes.
Nada mas curioso que el desorden de esas masas mezcladas en laberinto
sin fin. Arriba, en la ladera del monte, se conoce todavia, por el color
y forma de las rocas, el lugar donde se produjo el desprendimiento; pero
resulta inexplicable que un espacio de tan corta dimension aparente haya
podido vomitar en el valle semejante diluvio de piedras. En medio de
esos caprichosos y formidables penascos, al viajero se le antoja aquello
un mundo extrano, en nada semejante al planeta que conocemos, a la
superficie lisa o regularmente sinuosa. Alzanse aqui y alla rocas
semejantes a fantasticos monumentos, que figuran torres, obeliscos,
porticos almenados, fustes de columnas, tumbas erigidas o derribadas.
Puentes de una sola pieza ocultan el torrente; vense abismarse y
desaparecer las aguas bajo el enorme arco y hasta su ruido deja de
oirse. Entre los monstruosos edificios aparecen formas gigantescas, como
las de los animales fosiles, cuyas osamentas dislocadas se hallan
algunas veces en las capas terrestres. Megaterios, mastodontes, tortugas
gigantescas, cocodrilos alado
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