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dislocados, hendidos, arrugados en caprichosos pliegos se han esparcido
por las depresiones y los rebordes de la roca levantadora; alli, el
granito habra abierto en el suelo una sola grieta de salida, replegando
a un lado y otro las hiladas exteriores, segun diversos angulos de
inclinacion; aculla, el granito, sin conseguir romperla, ha abollado las
capas superiores. Estas, bajo la presion que las movia, habran cesado de
ser llanuras para convertirse en colinas y montanas. Hasta las alturas
formadas por estratos, pacificamente depositados en el fondo del agua
habran podido elevarse en cimas, asi como las protuberancias de lava; un
pozo perforado a traves de las capas superpuestas llegaria al nucleo de
porfido o de granito.
Admitiendo que la mayor parte de las montanas hayan aparecido como las
lavas, todavia no ha descubierto el pensamiento la causa que ha hecho
brotar del suelo todas esas materias en fusion. Ordinariamente se supone
que han sido exprimidas, digamoslo asi, por la contraccion de la
envoltura exterior del globo, que se enfria lentamente irradiando calor
a los espacios. En otro tiempo era nuestro planeta una gota de metal
ardiendo. Al rodar por las frialdades de los cielos, se ha ido
coagulando poco a poco. ?Pero se ha solidificado la pelicula sola, segun
se repite frecuentemente, o se ha endurecido la gota hasta el nucleo? No
se sabe aun, porque nada prueba que las lavas de los volcanes broten de
inmenso receptaculo que llene lo interior del globo. Unicamente sabemos
que estas lavas se escapan a veces de las grietas del suelo y corren por
la superficie. Lo mismo los granitos, los porfidos y otras rocas
semejantes habran brotado de las rendijas de la corteza terrestre como
se escapa la savia de la herida de un vegetal. La marea de piedras
fundidas habra subido desde el centro, bajo la presion de la envoltura
planetaria, gradualmente comprimida por efecto de su propio
enfriamiento.
CAPITULO V
#Los fosiles#
Cualquiera que sea el origen primitivo de la montana, conocemos a lo
menos su historia desde una epoca muy anterior a los anales de nuestra
humanidad. Apenas se han sucedido ciento cincuenta generaciones de
hombres desde que verificaron nuestros antepasados los primeros actos
cuyo testimonio haya llegado hasta nosotros. Antes de esta epoca,
unicamente inciertos monumentos nos revelan la existencia de nuestra
raza. La historia de la montana inanimada, en cambio, esta escrita en
visibles
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