si en el laboratorio de las fuentes difiere cada una de
ellas, y el quimico que quiere conocer esta proporcion de un modo
preciso, se ve obligado a hacer un largo analisis especial, que tiene
que repetir varias veces. Luego, cuando ha pesado las diversas
substancias, utilizando los medios prodigiosos que actualmente le
suministra la ciencia, tiene que estudiar los rayos coloreados que el
agua del manantial despide en un espectro luminoso. Estas rayas que
permiten al astronomo descubrir los metales en los astros, brillan como
un punto en el fondo del espacio infinito y advierten al quimico la
existencia de cuerpos que se hallan en cantidades infinitesimales en la
pequena gota de agua del manantial. El dia que dos alemanes senalaron, o
mejor dicho, arrancaron a la fuente por la fuerza de la ciencia,
metales que no eran todavia conocidos, es uno de los grandes dias de la
historia. Comparados con esta fecha, icuan insignificantes son en los
anales de la humanidad las victorias o la muerte de los mas celebres
conquistadores!
Las fuentes, diferentes entre si por las substancias que arrancan en sus
viajes subterraneos, arrastrandolas al arroyo, son tambien diferentes
por sus temperaturas diversas. En algunas, el calor de sus aguas es la
temperatura media del pais; otras estan por debajo de este termino
medio, porque descienden de las nieves o porque una fuerte evaporacion
se verifica en sus canales interiores bajo la influencia de las
corrientes de aire; otras tambien, presentan al exterior tibias o
calientes sus aguas; se encuentran a diversas temperaturas desde la del
hielo hasta la del vapor a gran presion. Por su temperatura, la fuente
nos resume su historia subterranea: con solo mojar un dedo en sus aguas,
podemos saber como ha sido su viaje a traves de los ocultos abismos.
Desde la orilla de un manantial frio, miramos los montes nevados y
podemos decir: "iEsta agua baja de alla arriba!" Pero si sale tibia, es,
sin duda alguna, porque ha descendido, saltando de hueco en hueco hasta
bajar a grandes profundidades, habiendose calentado en esos conductos
tenebrosos antes de salir a la superficie. Y, en fin, cuando la
temperatura de una fuente se aproxima a la del vapor a grandes
presiones, sabemos por ello que sus aguas han llegado a dos o tres
kilometros bajo la superficie del suelo, porque solo a tal profundidad
la temperatura de las rocas es la misma que la del agua en ebullicion.
Sentados sobre el cesped, al borde del
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