praderas del valle no desapareceran bajo los amontonamientos de
piedras y troncos arrastrados desde las laderas. Acequias abiertas en
lineas paralelas sobre las redondeces, alternativamente salientes y
entrantes de las curvas y promontorios, llevaran la vida y haran
germinar las flores hasta en las aridas pendientes.
Puede suceder que la accion reguladora de los bosques y el empleo de las
aguas del torrente en el riego de las altas huertas, no fuera suficiente
para prevenir las repentinas crecidas por lluvias torrenciales; pero hay
otros recursos para evitar este peligro. El valle no es igualmente ancho
en toda su longitud. En ciertos parajes, su fondo nivelado se extiende
en forma de circulo o de ovalo, donde antes hubo un antiguo lago,
llenado gradualmente por sucesivas capas de aluvion; en otras partes,
las alturas rocosas que se levantan a derecha e izquierda del arroyo, se
aproximan unas a otras, y solo estan separadas por una estrecha fisura,
por la cual se desliza el agua rugiendo. En este punto se encontraba
antes el dique que contenia las olas del lago. Durante las grandes
lluvias, esta muralla retenia las aguas crecientes, las obligaba a
extenderse hacia arriba hasta los estribos de las colinas, y,
lentamente, salvando la valla inferior, descendian por la llanura,
saltando de cascada en cascada. La naturaleza, con su incesante trabajo,
ha concluido por derribar esta presa; los troncos, arrastrados como
palos de buque por la corriente, han conmovido las rocas; el agua se ha
infiltrado por las hendiduras, y mas o menos pronto, el lago ha podido
vaciarse, abriendose paso por la brecha practicada entre las dos
colinas. Pues bien; este lago puede crearlo el hombre nuevamente y
determinar a su gusto la altura, la extension y el contenido; puede
levantar el dique calculando con precision su fuerza para resistir la
presion de las aguas en las grandes crecidas.
Posesor de este lago artificial y de ese parapeto con sus esclusas
movibles, el agricultor se convierte en director de las lluvias y
sequias; impide a las aguas impetuosas correr en torrentes devastadores
sobre los campos cultivados, prohibe al arroyo bajar en demasia su nivel
durante la epoca de sequia, y le obliga a alimentar constantemente los
canales de riego, llevando a los campos la frescura y la vida. El
aluvion depositado en el fondo del lago, le servira ademas para renovar
el vigor de sus cultivos, y si quiere, encargara al arroyo el transporte
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