muro de separacion. Pero si la montana y toda la serie
de cimas que le corresponden tienen una vertiente vuelta hacia el Norte
y sin vientos frios, y la opuesta recibe de lleno los suaves rayos del
Mediodia, o bien por una parte los vapores del mar se resuelven en
torrentes, mientras por la otra estan siempre secas las hondonadas,
ciertamente que la flora, la fauna y la humanidad de ambas vertientes
ofreceran el mas notable contraste. Cada paso que da el viajero, despues
de haber doblado el vertice, le presenta una nueva naturaleza: penetra
en un mundo donde hace descubrimiento sobre descubrimiento. Parase ante
una hierba olorosa que nunca habia visto: una extrana mariposa revolotea
ante el: mientras estudia las nuevas especies de plantas o animales o
procura darse cuenta del conjunto de los rasgos de aquella naturaleza
desconocida, se le acerca un pastor, hombre de otra raza y de otra
civilizacion: hasta su idioma es distinto.
Separando dos zonas de climas, la cresta de la montana tambien separa
dos pueblos, y este es un fenomeno constante en cuantos paises de la
tierra donde la conquista no ha mezclado o suprimido brutalmente las
razas; y aun a pesar de las violencias de la conquista, ese contraste
normal entre las poblaciones de ambas vertientes se ha restablecido con
frecuencia. Ejemplo de ello presenta la historia de Italia. El esplendor
de aquel pais fascino a los barbaros del Norte y del Noroeste. Muchas
veces, franceses y alemanes, atraidos por la riqueza del territorio, por
los tesoros de las ciudades, por el sabor de los frutos, por todas sus
bellezas naturales, se precipitaron en armadas muchedumbres sobre las
llanuras que rodea el grandioso hemiciclo de los Alpes. Por mas que han
matado, incendiado y destruido, por mas que han ocupado el sitio de los
vencidos, por mas que han edificado ciudades y han construido
ciudadelas, la poblacion nativa ha acabado por triunfar de ellos. Y los
extranjeros, ya celtas, ya teutones, han tenido que volver a pasar los
Alpes.
Asi es que los montes, rugosidades relativamente insignificantes en la
superficie del globo, sencillos obstaculos, que el hombre puede
atravesar en un dia, tienen gran importancia historica como fronteras
naturales entre naciones diversas. Ese papel en la vida de la humanidad,
menos lo deben a la falta de caminos, a lo fragoso de sus vericuetos, a
su zona nevada y de rocas infecundas, que a la diversidad y a veces a la
enemistad de las poblaciones dom
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