opiada a
sus necesidades. Cuando necesita un gran puerto para refugio de sus
navios, coge un promontorio de la orilla del mar y lo tira roca por roca
al fondo del agua para convertirlo en rompe-olas. ?Por que, si se le
antojara, no habia de coger montanas grandes, para triturarlas y
diseminar sus restos por el suelo de las llanuras?
Y el caso es que ya se ha emprendido ese trabajo. Cansados los mineros
de California de que los arroyos les vayan trayendo la arena con
particulas de oro, se les ha ocurrido atacar la misma montana. En muchos
sitios destrozan el duro penon para sacarle el metal, pero el trabajo es
dificil y costoso. La tarea es mas facil cuando han de haberselas con
terrenos de transporte, como arena movible y guijarros. De modo que se
han instalado enfrente de la montana con enormes bombas para incendios,
ahondando sin cesar las escarpas con continuo chorro de agua y
demoliendo asi poco a poco la montana para extraerle todas las moleculas
de oro. Tambien en Francia ha brotado la idea de desmoronar de la misma
manera una parte del inmenso hacinamiento de aluviones antiguos
acumulados en mesetas delante de los Pirineos: por medio de canales,
todos esos residuos, transformados en limo fertilizador, servirian para
elevar y fecundar las secas llanuras de las Saudas.
Esos progresos son ciertamente considerables. Ya pasaron los tiempos en
que los unicos caminos de la montana eran rodadas tan estrechas que dos
peatones que fueran en sentido contrario no podian dejarse paso y tenia
que pasar uno por encima del otro, tumbado en el sendero. Todos los
puntos de la tierra van siendo accesibles, hasta para los invalidos y
los enfermos; al mismo tiempo, todos los recursos van siendo utilizables
y la vida del hombre se prolonga con todas las horas robadas al periodo
de esfuerzos, mientras su haber se acrecienta con todos los tesoros
arrancados a la tierra. Como todas las cosas humanas, traeran consigo
esos progresos los correspondientes abusos: y alguna vez habra quien
este a punto de maldecirlos, como ya se han lanzado maldiciones en otro
tiempo contra la palabra, la escritura, el libro y hasta el pensamiento.
Digan lo que quieran los aficionados al tiempo viejo, la vida que es tan
dura para la mayor parte de los hombres, se ira haciendo cada vez mas
facil. Velemos para que una educacion fuerte arme al joven con energica
voluntad y le haga siempre capaz de heroico esfuerzo, unico medio de
sostener el vigor moral y mate
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