que en aquella epoca se publicaban en Francia. El caracter burlon y
regocijado de D. Fadrique se avenia mal con la misantropia tetrica de
Rousseau. Voltaire, en cambio, le encantaba. Sus obras mas impias
parecianle eco de su alma.
La filosofia de D. Fadrique era el sensualismo de Condillac, que el
consideraba como el _non plus ultra_ de la especulacion humana.
En cuanto a la politica, nuestro D. Fadrique era un liberal anacronico
en Espana. Por los anos de 1783, cuando vio morir a Tupac-Amaru, era
casi como un radical de ahora.
Todo esto se encadenaba y se fundaba en una teodicea algo confusa y
somera, pero comun entonces. D. Fadrique creia en Dios y se imaginaba
que tenia ciencia de Dios, representandosele como inteligencia suprema y
libre, que hizo el mundo porque quiso, y luego le ordeno y arreglo segun
los mas profundos principios de la mecanica y de la fisica. A pesar del
_Candido_, novela que le hacia llorar de risa, D. Fadrique era casi tan
optimista como el Dr. Pangloss, y tenia por cierto que todo estaba
divinamente bien y que nada podia estar mejor de lo que estaba. El mal
le parecia un accidente, por mas que a menudo se pasmase de que
ocurriera con tanta frecuencia y de que fuera tan grande, y el bien le
parecia lo substancial, positivo e importante que habia en todo.
Sobre el espiritu y la materia, sobre la vida ultra-mundana y sobre la
justificacion de la Providencia, basada en compensaciones de eterna
duracion, D. Fadrique estaba muy dudoso; pero su optimismo era tal, que
veia demostrada y hasta patente la bondad del cielo, sin salir de este
mundo sublunar y de la vida que vivimos. Verdad es que para ello habia
adoptado una teoria, novisima entonces. Y decimos que la habia adoptado,
y no que la habia inventado, porque no nos consta, aunque bien pudo ser
que la inventase; ya que cuando llega el momento y suena la hora de que
nazca una idea y de que se formule un sistema, la idea nace y el sistema
se formula en mil cabezas a la vez, si bien la gloria de la invencion se
la lleva aquel que por escrito o de palabra le expone con mas claridad,
precision o elegancia.
La idea, o mejor dicho, la teoria novisima, tal como estaba en la mente
de D. Fadrique, era en compendio la siguiente:
Entendia el filosofo de Villabermeja que habia una ley providencial y
eterna para la historia, tan indefectible como las leyes matematicas,
segun las cuales giran en sus orbitas los astros. En virtud de esta ley,
la huma
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