mos en
visperas de llevar a cabo los cambios mas importantes en el aspecto de
la naturaleza, asi como en la vida de la humanidad: ese mundo exterior
que tan poderosamente hemos modificado ya en su forma, lo
transformaremos para nuestro uso mas energicamente aun. Segun van
creciendo nuestro saber y nuestro poder material, la voluntad humana se
manifiesta mas imperiosa frente a la naturaleza. Actualmente, casi todos
los pueblos que se llaman civilizados emplean todavia la mayor parte de
su sobrante anual en preparar los medios de matarse mutuamente y de
asolar los territorios ajenos, pero cuando, con mejor consejo, lo
apliquen a aumentar la fuerza productiva del suelo, a utilizar en
comunidad todas las fuerzas de la tierra, a suprimir todos los
obstaculos naturales que opone a la libertad de nuestros movimientos,
cambiara ante la vista la apariencia del planeta que en su torbellino
nos lleva. Cada pueblo dara, digamoslo asi, nueva vestidura a la
naturaleza que le rodee. Con campos y caminos, moradas y construcciones
de todo genero, por la agrupacion impuesta a los arboles, por el
ordenamiento general de los paisajes, la poblacion dara la medida de su
ideal propio. Si posee en realidad el sentimiento de la belleza, hara a
la naturaleza mas hermosa: pero si la gran masa de la humanidad tuviera
que seguir como es hoy, grosera, egoista y falsa, continuara grabando
tristes huellas en la tierra. Entonces sera una verdad el grito del
poeta: "?A donde huire? iLa naturaleza se afea!"
Sea como fuere la humanidad en lo porvenir, cualquiera que deba ser el
aspecto del medio que ha de crearse, la soledad, en lo que queda de la
naturaleza libre, se hara cada vez mas necesaria al hombre que, lejos
del conflicto de deseos y de opiniones, quiera fortalecer su
pensamiento. Si los sitios mas hermosos de la tierra llegaran a
convertirse un dia en punto de reunion de los ociosos, a aquellos que
gustan de vivir en la intimidad con los elementos, no les quedaria otro
recurso que huir en una barca al alta mar o esperar el dia en que puedan
cernirse como el ave en las profundidades del espacio, pero siempre
echarian de menos los frescos valles de las montanas, los torrentes que
brotan de la inmaculada nieve, las blancas o sonrosadas piramides que se
yerguen en lo azul del cielo. Afortunadamente, la montana es siempre el
retiro mas benigno para quien huye de los caminos abiertos por la moda.
Durante mucho tiempo podremos apartarnos del mundo friv
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