los momentos
cierta majestad en su actitud, la cual recordada a Minerva en el momento
de detener la mano de Aquiles, pronta a desnudar el terrible acero
clasico. El Agamenon de la Covachuela ofrecia un aspecto poco academico
en verdad.
"Ciudadano Calleja--dijo aquella senora en tono muy reposado,--no
emplees tus armas contra ese pelon, que se pudre a todo podrir:
guardalas para los tiranos."
Calleja cerro, pues, la navaja, y la guardo para los tiranos.
Don Gil se aparto de alli, llevado por algunos amigos, que quisieron
impedir una catastrofe; y poco despues, el grupo que alli se habia
formado quedaba disuelto.
La amazona cerro la puerta, y dentro continuo su perorata interrumpida.
No queremos referir las muchas cosas buenas que dijo, mientras el
muchacho se apoderaba otra vez del pecho, que tan bruscamente habia
perdido. Basto decir, para que se comprenda lo que valia dona Teresa
Burguillos, que sabia leer, aunque con muchas dificultades, hallandose
expuesta a entender las cosas al reves; que a fuerza de mascullones
podia enterarse de algunos discursos escritos, reteniendolos en la
memoria; que alentada por la barberil elocuencia y liberalesca conducta
de su esposo, se habia hecho una gran politica, y que era muy entusiasta
de Riego y de Quiroga, aunque mas que los _hombres de sable_ le gustaban
los _hombres de palabra_, llegando hasta decir que no conocia caballero
mas galantemente discreto que _Paco_ (asi mismo) Martinez de La Rosa. Es
casi seguro que manifesto deseos de tener delante al _barbaro Elio_ para
clavarle sus tijeras en el corazon. Penetremos ahora en la _Fontana_.
CAPITULO II
#El club patriotico#.
En la _Fontana_ es preciso demarcar dos recintos, dos hemisferios: el
correspondiente al cafe, y el correspondiente a la politica. En el
primer recinto habia unas cuantas mesas destinadas al servicio. Mas al
fondo, y formando un angulo, estaba el local en que se celebraban las
sesiones. Al principio el orador se ponia en pie sobre una mesa, y
hablaba; despues el dueno del cafe se vio en la necesidad de construir
una tribuna. El gentio que alli concurria era tan considerable, que fue
preciso arreglar el local, poniendo bancos _ad hoc_; despues, a
consecuencia de los altercados que este club tuvo con el _Grande
Oriente_, se demarcaron las filiaciones politicas; los exaltados se
encasillaron en la _Fontana_, y expulsaron a los que no lo eran. Por
ultimo, se determino que las sesiones f
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