su
confusion, su curiosidad y sus temores.
--?Y usted no sale para distraerse, para ver y reponerse de estar aqui
encerrada tanto tiempo?--le dijo casi conmovido.
--?Yo?... ?para que salgo? Me pongo triste cuando salgo. No veo la calle
sino cuando voy a las Gongoras los domingos muy temprano; pero al verme
fuera, me parece que estoy mas sola que aqui.
--?Y el no tiene empeno en que usted se divierta, en que pase
agradablemente la vida?--dijo el militar casi asustado de su curiosidad
y mirando de soslayo a Elias para ver si atendia a su conversacion.
--?El? Pero yo no quiero divertirme ... porque ... ?que voy yo hacer
fuera de aqui? El dice que debo estar siempre en la casa.
--?Pero usted no trata a nadie, no ve a nadie?
--A Pascuala, que me quiere mucho.
Ya el militar tenia ganas de saber quien era aquella Pascuala.
--?Y esa Pascuala es amiga de usted?
--Es la criada.
--Ya... ?Y no tiene usted mas amiga? A la edad de usted es natural y
conveniente la amistad de las jovenes, y, sobre todo, no se puede vivir
de esa manera. Es preciso....
--Yo estoy bien asi. El dice que no debo conocer a nadie.
--?Y la obliga a usted a llevar esta vida tan triste?
--No me obliga. Yo, si quisiera, podria salir. El no esta nunca aqui.
Pero yo ... Dios me libre ... ?A donde habia de ir?
El militar no sabia que pensar. ?Que relaciones existian entre aquel
monomaniaco y aquella joven? ?Seria su padre, su marido?...--No--decia
para si.--Es repugnante sospechar que puedan existir los vinculos del
matrimonio entre los dos.
--No extrane usted mis preguntas--dijo, continuando con
ansiedad;--pero me interesan mucho ustedes dos. ?Y a el nadie le
visita, nadie viene a verle?
--Conoce mucho a unas senoras, que llaman las senoras de Porreno. Son
nobles y fueron muy ricas.
--?Y vienen aqui?
--Muy pocas veces. El las quiere mucho.
--Y esas, que presumo seran personas de buenos sentimientos, ?no le
tienen a usted carino, no la quieren?
--?A mi? Una vez me dijeron que yo parecia ser una buena muchacha.
-?Y nada mas? ?No le han dicho mas?
--iAh! son muy buenas. El dice que son muy buenas. Una de ellas dicen
que es santa.
Estas declaraciones eran hechas por Clara con una ingenuidad tan
espontanea, que conmovia al que pudiera oirlas. Para que el lector, que
aun no conoce la infinita bondad de este caracter, no estrane la
franqueza leal y la sublime indiscrecion de la pobre Clara, anadiremos
que durante ano
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