oyo que pasa, nosotros
cambiamos a cada instante; nuestra vida se renueva por minutos y, si
nosotros nos creemos ser siempre los mismos, es por una ilusion de
nuestro espiritu.
Lo mismo que el hombre, considerado aisladamente, la sociedad en
conjunto puede compararse con el agua que corre. A todas horas, en todos
los instantes, un cuerpo humano, una simple milmillonesima parte de la
humanidad se rinde o se disuelve, mientras que por otra parte sale un
nino de la inmensidad de las cosas, abre sus ojos a la luz y se
convierte en ser pensante. Como en una llanura todos los granos de arena
y globulos de arcilla han sido arrastrados por el rio y depositados
sobre sus orillas, todo el polvo que cubre el planeta ha corrido con la
sangre del corazon en las arterias de nuestros antepasados. A traves de
las edades, las generaciones se suceden modificandose poco a poco; los
barbaros, con su aspecto bestial y luchando por la preeminencia con las
fieras, fueron reemplazados por seres mas inteligentes, a los cuales la
experiencia y el estudio de la naturaleza han ensenado el arte de
domesticar los animales y cultivar la tierra; luego, por el progreso,
los hombres llegan a fundar ciudades, a transformar las primeras
materias, a cambiar sus productos, a ponerse en relaciones con todas las
partes del mundo; asi se civilizan, es decir, se ennoblece su tipo, su
cerebro es mas vasto, su pensamiento mas amplio, y, ensanchandose el
circulo de las concepciones, los hechos vienen a agruparse en el
espiritu. Cada generacion que perece precede a otra diferente, que a su
vez, da impulso a otras. Los pueblos se mezclan unos a otros como los
arroyos entre si y los rios con los rios; tarde o temprano no formaran
mas que una sola nacion; lo mismo que todas las aguas de una misma
cuenca, concluyen por confundirse en un mismo rio. La epoca en la que
todas esas corrientes humanas se juntaran, no ha llegado todavia: razas
y pueblos diversos, siempre aferrados a la gleba natal, no se han
reconocido como hermanos, pero se aproximan mas cada dia; cada dia
tambien aumenta el amor, y, de concierto, empiezan a mirar hacia un
ideal comun de justicia y libertad. Los pueblos que han llegado a ser
inteligentes, aprenderan a asociarse libremente: la humanidad, dividida
hasta aqui en corrientes distintas, no sera mas que un mismo rio, y
reunidos en una sola corriente, descenderemos juntos hacia el mar
inmenso donde van a perderse y renovarse todas las vidas.
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