de las aguas, analogo al que se produce en la naturaleza entre
los montes y el mar por los manantiales y las nubes. Al salir de la
ciudad las aguas de las alcantarillas, aspiradas por maquinas, como la
sangre lo es por el jugo de los musculos, se dirigiran hacia un ancho
deposito cubierto, donde se recogera el agua mezclada con inmundicias.
Alli otras maquinas se apoderaran de este liquido fangoso y lo lanzaran
por canos hacia diversos conductos que correran bajo el suelo de los
campos. Aberturas practicadas de trecho en trecho sobre la cubierta de
los acueductos, permitiran que salga a la superficie lo que no pueda
contener el canal, pero en cantidades calculadas anticipadamente y sobre
todos los campos empobrecidos que sea preciso regenerar por el abono.
Esta cenagosa corriente, que seria la muerte de la poblacion si se
estancase en ella o corriera por los rios, se convierte, por el
contrario, en vida para las naciones, puesto que se transforma en
alimentos para el hombre. El suelo mas esteril y hasta la arena pura,
producen una vegetacion exuberante cuando se empapan de este liquido;
por otra parte, el agua que servia de vehiculo a todas las materias del
albanal, se encuentra asi limpia por la operacion quimica de las hierbas
y raices; recogida subterraneamente en los conductos paralelos a las
canerias de agua sucia, puede entrar en la ciudad para limpiarla y
proveerla o bien dirigirse hacia el rio sin enturbiar la limpida
corriente. En otros tiempos, debajo de la primera ciudad que banaba, el
rio no era otra cosa, hasta el oceano, sino un gran canal de
inmundicias; en nuestros dias recobra la belleza de los tiempos
antiguos. Los edificios de las ciudades y los arcos de los puentes, que
durante siglos no se han reflejado mas que sobre turbias ondas, empiezan
ahora a mirarse en un espejo transparente.
CAPITULO XIX
#El rio#
El caudal entero del rio no es otra cosa que el conjunto de todos los
arroyos, visibles o invisibles, sucesivamente absorbidos: es un arroyo
aumentado miles de veces, y no obstante, difiere singularmente por su
aspecto del pequeno curso de agua que serpentea por los valles
laterales. Como el debil tributario que mezcla su humilde corriente a su
poderoso raudal, puede tener tambien sus saltos y sus corrientes, sus
desfiladeros y sus gargantas, bancos de grava, escollos e islas, playas
y rocas; pero, con todo, es mucho menos variado que el arroyo, y los
contrastes que ofrece en su curso
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