que tiene por cimiento la pizarra negra de que esta formado
el monte, y cuyas vetustas murallas, hechas de pedruscos enormes,
parecen obras de titanes, es fama que las brujas de los contornos
tienen sus nocturnes conciliabulos.
La noche habia cerrado ya, sombria y nebulosa. La luna se dejaba ver a
intervalos por entre los jirones de las nubes que volaban en derredor
nuestro, rozando casi con la tierra, y las campanas de Trasmoz[1]
dejaban oir lentamente el toque de oraciones, como el final de la
horrible historia que me acababan de referir.
[Footnote 1: Trasmoz. See p. 2, note 2.]
Ahora que estoy en mi celda tranquilo, escribiendo para ustedes la
relacion de estas impresiones extranas, no puedo menos de maravillarme
y dolerme de que las viejas supersticiones tengan todavia tan hondas
raices entre las gentes de las aldeas, que den lugar a sucesos
semejantes; pero, ?por que no he de confesarlo? sonandome aun las
ultimas palabras de aquella temerosa relacion, teniendo junto a mi a
aquel hombre que tan de buena fe imploraba la proteccion divina para
llevar a cabo crimenes espantosos, viendo a mis pies el abismo negro y
profundo en donde se revolvia el agua entre las tinieblas, imitando
gemidos y lamentos, y en lontananza el castillo tradicional,[1]
coronado de almenas obscuras, que parecian fantasmas asomadas a los
muros, senti una impresion angustiosa, mis cabellos se erizaron
involuntariamente, y la razon, dominada por la fantasia, a la que todo
ayudaba, el sitio, la hora y el silencio de la noche, vacilo un punto,
y casi crei que las absurdas consejas de las brujerias y los
maleficios pudieran ser posibles.
[Footnote 1: tradicional = 'legendary.' Legend says that this castle
was built in a night by a magician to satisfy the whim of one of the
early kings. Becquer tells the story of its construction in _Carta
septima_.]
LOS OJOS VERDES
Hace mucho tiempo que tenia ganas de escribir cualquier cosa con este
titulo.
Hoy, que se me ha presentado ocasion, lo he puesto con letras grandes
en la primera cuartilla de papel, y luego he dejado a capriclio volar
la pluma.
Yo creo que he visto unos ojos como los que he pintado en esta
leyenda. No se si en suenos, pero yo los he visto. De seguro no los
podre describir tales cuales ellos eran, luminosos, transparentes como
las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los arboles
despues de una tempestad de verano. De todos modos, cuento c
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