e Garces, y este habia ya muerto hacia bastante tiempo, sin
decir una sola palabra sobre el asunto ni a su propio hijo, que varias
veces y con muestras de grande interes, se lo habia preguntado.
[Footnote 1: Veraton. See p. 25, note 1.]
[Footnote 2: monarca aragones. See p. 25, note 3.]
[Footnote 3: Moncayo. See p. 8, note 1]
[Footnote 4: Palestina = 'Palestine.' A territory in the southern
part of Syria. Chief city Jerusalem. "It passed under Mohammedan
rule about 636, was held by the Christians temporarily during the
Crusades [seventh and last under St. Louis 1270-1272], and since
1516 has been in the possession of the Turkish government." _Century
Dict._]
[Footnote 5: Veraton. See p. 25, note 1.]
El caracter, tan pronto retraido y melancolico como bullicioso y
alegre de Constanza, la extrana exaltacion de sus ideas, sus
extravagantes caprichos, sus nunca vistas costumbres, hasta la
particularidad de tener los ojos y las cejas negras como la noche,
siendo blanca y rubia como el oro, habian contribuido a dar pabulo a
las hablillas de sus convecinos, y aun el mismo Garces, que tan
intimamente la trataba, habia llegado a persuadirse que su senora era
algo especial y no se parecia a las demas mujeres.
Presente a la relacion de Esteban, como los otros monteros, Garces fue
acaso el unico que oyo con verdadera curiosidad los pormenores de su
increible aventura, y si bien no pudo menos de sonreir cuando el zagal
repitio las palabras de la corza blanca, desde que abandono el soto en
que habian sesteado comenzo a revolver en su mente las mas absurdas
imaginaciones.
No cabe duda que todo eso del hablar las corzas es pura aprension de
Esteban, que es un complete mentecato, decia entre si el joven
montero, mientras que jinete en un poderoso alazan, seguia paso a paso
el palafren de Constanza, la cual tambien parecia mostrarse un tanto
distraida y silenciosa, y retirada del tropel de los cazadores, apenas
tomaba parte en la fiesta. ?Pero quien dice que en lo que refiere ese
simple no existira algo de verdad? prosiguio pensando el mancebo.
Cosas mas extranas hemos visto en el mundo, y una corza blanca bien
puede haberla, puesto que si se ha de dar credito a las cantigas del
pais, San Huberto,[1] patron de los cazadores, tenia una. iOh, si yo
pudiese coger viva una corza blanca para ofrecersela a mi senora!
[Footnote 1: San Huberto = 'St. Hubert.' The patron saint of
hunters; died about 727
|