de referir, se
celebraba en la catedral de Toledo el ultimo de la magnifica octava de
la Virgen.[1]
[Footnote 1: octava de la Virgen. The eight days during which is
solemnized the principal fete of the Virgin, August 15-22. See p.
52, note 3.]
La fiesta religiosa habia traido a ella una multitud inmensa de
fieles; pero ya esta se habia dispersado en todas direcciones; ya se
habian apagado las luces de las capillas y del altar mayor, y las
colosales puertas del templo habian rechinado sobre sus goznes para
cerrarse detras del ultimo toledano, cuando de entre las sombras, y
palido, tan palido como la estatua de la tumba en que se apoyo un
instante mientras dominaba su emocion, se adelanto un hombre que vino
deslizandose con el mayor sigilo hasta la verja del crucero. Alli la
claridad de una lampara permitia distinguir sus facciones.
Era Pedro.
?Que habia pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin
a poner por obra una idea que solo el concebirla habia erizado sus
cabellos de horror? Nunca pudo saberse.
Pero el estaba alli, y estaba alli para llevar a cabo su criminal
proposito. En su mirada inquieta, en el temblor de sus rodillas, en el
sudor que corria en anchas gotas por su frente, llevaba escrito su
pensamiento.
La catedral estaba sola, completamente sola, y sumergida en un
silencio profundo.
No obstante, de cuando en cuando se percibian como unos rumores
confusos: chasquidos de madera tal vez, o murmullos del viento, o
?quien sabe? acaso ilusion de la fantasia, que oye y ve y palpa en su
exaltacion lo que no existe, pero la verdad era que ya cerca, ya
lejos, ora a sus espaldas, ora a su lado mismo, sonaban como sollozos
que se comprimen, como roce de telas que se arrastran, como rumor de
pasos que van y vienen sin cesar.
Pedro hizo un esfuerzo para seguir en su camino, llego a la verja, y
subio la primera grada de la capilla mayor.[1] Alrededor de esta
capilla estan las tumbas de los reyes,[2] cuyas imagenes de piedra,
con la mano en la empunadura de la espada, parecen velar noche y dia
por el santuario a cuya sombra descansan todos por una eternidad.
[Footnote 1: la primera ... mayor. There are three steps that lead
up to the chapel, which is separated from the transept to-day by a
magnificent reja (screen or grating), dating from 1548, and is
filled with treasures of art.]
[Footnote 2: los reyes. Alfonso VII, the Infante Don Pedro de
Aguilar (son of Alfonso X
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