upaban todo el ambito de la iglesia, y le miraban con sus ojos sin
pupila.
Santos, monjas, angeles, demonios, guerreros, damas, pajes, cenobitas
y villanos, se rodeaban y confundian en las naves y en el altar. A sus
pies oficiaban, en presencia de los reyes, de hinojos sobre sus
tumbas, los arzobispos de marmol que el habia visto otras veces,
inmoviles sobre sus lechos mortuorios, mientras que arrastrandose por
las losas, trepando por los machones, acurrucados en los doseles,
suspendidos de las bovedas, pululaban como los gusanos de un inmenso
cadaver, todo un mundo de reptiles y alimanas de granito, quimericos,
deformes, horrorosos.
Ya no pudo resistir mas. Las sienes le latieron con una violencia
espantosa; una nube de sangre obscurecio sus pupilas, arrojo un
segundo grito, un grito desgarrador y sobrehumano, y cayo desvanecido
sobre el ara.
Cuando al otro dia los dependientes de la iglesia le encontraron al
pie del altar, tenia aun la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
aproximarse, exclamo con una estridente carcajada:
--iSuya, suya!
El infeliz estaba loco.
EL CRISTO DE LA CALAVERA[1]
[Footnote 1: See p. 70, note 1.]
El rey de Castilla[1] marchaba a la guerra de moros,[2] y para
combatir con los enemigos de la religion habia apellidado en son de
guerra a todo lo mas florido de la nobleza de sus reinos. Las
silenciosas calles de Toledo[3] resonaban noche y dia con el marcial
rumor de los atabales y los clarines, y ya en la morisca puerta de
Visagra,[4] ya en la del Cambron,[5] en la embocadura del antiguo
puente de San Martin,[6] no pasaba hora sin que se oyese el ronco
grito de los centinelas, anunciando la llegada de algun caballero que,
precedido de su pendon senorial y seguido de jinetes y peones, venia a
reunirse al grueso del ejercito castellano.
[Footnote 1: See p. 34, note 1.]
[Footnote 2: moros = 'Moors.' The Arabs who conquered Mauritania in
the Seventh century converted the native race to Mohammedanism, and
it was this mixed population that entered Spain by Gibraltar in 71.
There they remained in almost constant warfare with the Christians
until they were finally defeated at Granada by the armies of
Ferdinand and Isabella and driven from Spain in 1492.
Toledo was entered by the Christians under Alfonso VI in 1085. From
this time on Christian arms began to prevail in the peninsula.]
[Footnote 3: Toledo. See p. 50, note 2.]
[Footnote 4: pu
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