cosa buena.
Retirose a la calle de Valgame Dios, muy pesaroso por no haber podido
tener con su enemigo la terrible entrevista que el se habia imaginado.
No es descriptible la ira que de Maria de la Paz se habia apoderado con
motivo de la tardanza del joven. Baste decir, para dar una idea de la
irascibilidad de la dama a quien los poetas del tiempo de Cadalso
compararon con Juno, que se levanto, no diremos que en panos menores,
pero si menos pomposamente vestida, cubierta y ataviada que de
ordinario, para decir al caballerito que si se figuraba que aquella casa
era suya (de el), y que si tenia proposito de pasar la noche, mientras
ella viviera, en los clubs y en los garitos de Madrid. Anadio que estaba
cerciorada de que su conducta (la de Lazaro) no cambiaria nunca, y que
era preciso desistir del empeno de hacer entrar un rayo de luz en tan
obscura y desorganizada cabeza. Dijo asimismo que solo a un exceso de su
caritativa bondad (de ella), debia (el) el gran favor de ser admitido en
aquella santa casa, aunque presagiaba que no estaria mucho tiempo mas en
ella a causa de sus maldades y abominables calaveradas ... que
deshonraban aquella santa casa. Y siempre con la santa casa. Asi se lo
dijo, y siempre con voz muy alta. El joven le contesto muy quedo:
--Senora, he tenido que hacer....
Pero ella no le dejo concluir, y dando gritos exclamo:
--No alce usted la voz, caballerito. ?A que grita usted de ese modo?
Esta mi sobrina muy mala, y viene usted a incomodarla. Si no ha venido
aqui mas que para incomodar....
--?Que esta muy mala dona Paulita?--dijo en voz casi imperceptible
el muchacho.
--Si, senor; y usted, con esas voces, no la deja reposar.
--Pero si yo no he alzado la voz....
--Calle usted, senor don Lazaro, calle usted, y no me desmienta.
En esta disputa estaban cuando Salome aparecio, diciendo:
--iPor Dios, que esta Paula con el recargo, y con este ruido se va
a agravar!
--Este caballerito da unos gritos ...--dijo Paz, alzando mucho la
voz.--?Ves? Ha venido a las doce. ?Que te parece, Salome? Habra estado
en algun club de gente perdida. iBonita alhaja hemos metido en casa! ?Y
dice usted, caballerito, que ha tenido que hacer?
--Si, senora: he tenido cierto negocio--contesto Lazaro un poco
amostazado con las impertinencias de las dos viejas....
--iBuenos negocios seran esos!--indico Salome.--Pero a ver si baja la
voz, que mi prima no puede sufrir esos gritos. Apenas entro usted ... yo
no
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