contra corrientes y
celliscas. A la edad que cuenta, lleva hechas dos campanas _de rey_; es
decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces a
cuatro anos cada una. La ultima campana la hizo en la _Ferrolana_, y con
esta fragata dio la vuelta al mundo, con el cual viaje acabo de
conquistar el prestigio que le iban dando entre sus companeros sus
muchos conocimientos como marinero, su valor, su buen corazon ... y sus
ferreos punos. Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campanas
y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le quedo un cuarto de hora
libre para buscar una companera.
Por ultimo, en el cuarto segundo habita un matrimonio contemporaneo del
tio Miguel; y si no tan robustos como este, los dos conyuges esta aun
mas desalinados que el, y tan canos, tan curtidos y arrugados. De este
matrimonio nacio el Tuerto de la buhardilla, quien al lado de su padre
aprendio a tirar del remo, a aparejar serena, a ser, en fin, un buen
pescador. El padre del Tuerto, tio _Bolina_ llamado, porque siempre al
andar se ladeo de la derecha, sigue, a pesar de sus anos, bregando con
la mar, como el tio Tremontorio; y no por aficion a ella, como diria muy
serio un poeta del rinon de Castilla o de la Mancha, acostumbrado a
mandar las maniobras y a conjurar tormentas des de un escenario, o en
el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y solo
pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al ano en el indomito
mar de Cantabria, sobre una fragil lancha.
Dados estos pormenores, debo decir al lector, por si se ha sorprendido
al verme tan enterado de ellos, que ni yo los he buscado ni los
personajes descritos han venido a traermelos: ellos, solitos, se han
colado por la puerta de mi balcon, de la manera mas sencilla.
La aludida casa esta separada de la en que escribo, por la calle, que no
es muy ancha; y mis vecinos, lo mismo en invierno que en verano, saldan
todas sus cuentas y ventilan los asuntos mas graves, de balcon a balcon.
Por ejemplo:
Se acerca un dia la hora de comer. En la buhardilla del Tuerto se oyen
gritos y porrazos de su mujer, y lloros y disculpas de los chiquillos
que los reciben.
No se ve la escena, porque lo impide el humo de la cocina que sale a
borbotones por el balconcillo, conductor unico que para el hay en la
casa.
La mujer del tio Bolina esta clavando unas _rabas_ de pulpo en la pared
de su balcon, para que se oreen. Su nuera aparece en el suyo, mas
desal
|