a resultas del _cobicillo_ que encontraron debajo del
jergon de su tio, que en santa gloria este..., y ahi esta el mi hombre
que no me dejara mentir, que a la verda que anduvo como una estorneja de
aca para alla, ahora que la botica, despues que el senor cura, luego que
la uncion, porque el enfermo daba el iay! que partia el alma, sin que
hubiera en aquella casa un mal nacido a quien volver los ojos..., y no
se lo tome Dios en cuenta a la que tanto fachendea hoy gracias a los
cinco carros de tierra que apano.... Pues resulta de que....
A la buena mujer se le va la burra entre tanta marana, mientras el tio
Juan no quita los ojos de la pareja. El comprador mira al perito como si
quisiera leer en su fisonomia la opinion que va formando; el vendedor
atusa el pelo a los novillos, y los intrusos los ponderan cuanto les es
permitido, con objeto, evidentemente, de contribuir a que se cierre el
trato y no se pierda la robla.
Despues que el perito y el comprador han visto que los animales _se
plantan_ bien al caminar, que no se aprietan, que no _zambean_ del
cuarto trasero, que son bien encornados y que igualan perfectamente en
alzada y color, el primero les mira la boca, les palpa bien los
_brazuelos_ y las nalgas para ver si estan _despicados_ de algun remo, y
les examina escupulosamente las astas por si son estoposas, las pezunas
por si _blandean_, y los ojos por si tienen _nube_ o _glarimeo_.
Hecho este examen, el tio Juan, sin perder un solo rasgo de su gravedad,
dice en tono solemne:
--Caballeros, la pareja..., lo que toca a la pareja, no tiene pero. Son
dos rollos de cuatro anos, sanos como dos corales.
--Pos a mi--anade el comprador,--lo que toca al particular, tambien me
gusta la planta y el aquel de la pareja.... Conque si el senor trae gana
de vender, diga, si a mano viene, en lo que estima su hacienda, que yo a
comprar he venio.
--Al respetive de eso mesmo--replica el vendedor,--no me quedo yo atras;
que hoy por ti y manana por mi..., y, como dijo el otro, mortales nos
hizo Dios.... Vamos al decir, que si tu traes ganas de comprar, no
reniremos.
--Cabales, que ni al mi hombre ni a mi nos ha perseguido nunca la
justicia por embusteros; y cuando vemos que se trata con gente de
formalida y de requilorios....
--Esa es la verda; y vamos, Anton, a estimar la pareja, como el otro que
dice, con equida.
--Pos la pareja, Ogenio, por ser para ti..., la pareja; que, como ha
dicho el senor, no tiene pero; la pa
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