nes aqui un tio? ?Es liberal?
--Presumo que si: no le conozco.
--?Y ahora vas alla?
--Naturalmente.
--iQue disparate! Dejate ahora de tios. Vente a la _Fontana_. Son las
ocho: ya va a empezar. A la salida iras a tu casa.
--Hombre ... eso no me parece bien--dijo Lazaro suspenso.
--?Pero como vas a perder esta sesion? Habla Alcala Galiano, Romero
Alpuente, Florez Estrada, Garelli y Moreno Guerra. No habra otra sesion
como esta. ?Que mas da que vayas a tu casa ahora o a las doce? Tu tio
creera que no ha llegado la diligencia.
--Hombre, no. Estoy cansado. Me esperan tal vez en su casa.
--No seas tonto. Vente a la _Fontana_. No hay mas remedio sino que vas.
?Donde vive tu tio?
--Calle de Valgame Dios.
--iJesus, que lejos! No vayas alla ahora.
Lazaro tenia un vivo deseo de llegar pronto a casa de su tio: ya se
comprendera por que. Pero le era humanamente imposible, porque su
carinoso amigo le llevaba casi por fuerza al club. Ademas, las razones
con que disculpaba aquella determinacion tenian tambien algun peso en su
mente. Aquel recibimiento caluroso, la noticia de aquella gran sesion de
la celebre _Fontana_, estimularon el entusiasmo a que siempre propendia
su caracter, y se dejo llevar.
Quien sabe si habia algo de providencial en aquella extemporanea visita
a la _Fontana_. Seria cosa de ver que sin sacudir el polvo del camino
(esto pensaba el) le acogieran con aplauso en el club mas ilustre y
celebre de la monarquia. Tal vez le conocian ya de oidas por sus
brillantes discursos de Zaragoza. ?Como tal vez? Sin duda le conocian
ya. A estos pensamientos se mezclaba el orgullo de que a oidos de Clara
llegara al dia siguiente su nombre llevado por la fama. Una apoteosis se
le presentaba confusamente ante la vista. ?Por que no? Sin duda aquello
era providencial.
Asi es que la resistencia que al principio opuso fue disminuyendo a
medida que se acercaba a la _Fontana_. No le tengais por loco todavia.
Llegaron. La puerta estaba obstruida por un inmenso gentio. Pero el
Doctrino con los suyos, y Javier con Lazaro y el poeta, tuvieron medio
de entrar por un patio interior. La sesion era muy agitada. Un orador
acusaba al Gobierno de la destitucion de Riego. Conto lo que habia
pasado en Zaragoza, y acuso a los habitantes de esta ciudad por no haber
defendido a su General.
--Poner la mano--decia--en un heroe como Riego, es la mayor de las
profanaciones. ?Y que ha hecho Zaragoza? iOh! la ciudad en que tal c
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