e de gran porte.
El obstaculo que oponia a su compra el comerciante, era, aunque no se lo
decia al raquero, el nombre del buque y el de su armador, diestramente
esculpidos en la parte mas integrante del aparato; nombres que no podian
borrarse sin exponer la estructura de este, ni darse al publico sin
grave riesgo de los haberes y libertad del mercader.
Largos dias paso Cafetera meditando sobre el asunto; y ya casi olvidado
de el estaba una manana en que habia _libado_ bastante, sentado sobre un
guardacanton, fumando una colilla, a caza de fletes para el bote y en
espera de sus amigos para jugar al cane.
Mucha gente habia pasado sin contestar al "?quiere un bote?" con que el
raquero interpelaba a todo el mundo, cuando aparecio en escena un senor
que, segun dijo el pillastre, traia _cara de flete_.
--Uste, ?quiere un bote pa dir a bordo?--le dijo, como tenia por
costumbre, asi que le tuvo a su lado.
El senor, contra las presunciones del granuja, paso de largo, echandole
a la cara una bocanada de humo de su grueso cigarro.
Cafetera lo trago con ansiedad, y retirando de los labios su colilla, se
fue detras del puro.
--?Me da la punta uste?
Choco al interrogado la desvergueenza del raquero. Mirole muy
detenidamente, y
--?Quien eres tu, chicuelo?--le pregunto.
--Yo soy ... Cafetera.
--?De donde eres?
--De la calle Alta.
--Y tu padre, ?como se llama?
--El tio Magano.
--Pero ?cual es tu nombre de pila?
--?De que pila, uste?
--De la de bautismo, animal.
--Otra, ?que se yo?... ?Me da la punta!
--?Conque tu fumas, eh?
--iAy, que contra!...; ?quiere ver como las _tapo_?
Y diciendo y haciendo, trago dos chupadas de su colilla, arrojando
despues el humo por boca y narices con la abundancia y facilidad de una
chimenea de vapor. El senor desconocido le miraba cada vez con mayor
curiosidad.
--Y ?a que te dedicas tu?
--A cuidar el bote del tio Bandiate.
--?Y nada mas?
--Tambien soy raquero.
--iHola, hola! ?Y que tal el oficio?
--iQuia, senor; si no sale para cafe!... ?Me da dos cuartos?
--Veremos si los mereces.... Dime antes lo que raqueas.
--iComo no raquee! iSi andan mas listos a bordo!...
--Pero alguna vez ya se descuidaran.
--Quia, no senor. Ayer trinquemos, entre Pipa, Michero y yo, como tres
libras de cobre; y pa eso, de poco nos guipan.
--?En donde lo trincasteis?--insistio el senor con mas interes que
nunca, dando dos cuartos al raquero.
--Pos en esa
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