el Sr. D. Jose de Rey?--pregunto, echando
mano al sombrero.
--Si; y usted--repuso el caballero con alegria--sera
[30] el criado de dona Perfecta, que viene a buscarme a este
apeadero para conducirme a Orbajosa.
--El mismo. Cuando usted guste marchar... La jaca
corre como el viento. Me parece que el Sr. D. Jose ha de ser
buen ginete. Verdad es que a quien de casta le viene...
--?Por donde se sale?--dijo el viajero con impaciencia. 3
--Vamos, vamonos de aqui, senor... ?Como se llama
usted?
--Me llamo Pedro Lucas--respondio el del pano pardo,
[5] repitiendo la intencion de quitarse el sombrero; pero me
llaman el tio Licurgo. ?En donde esta el equipaje del
senorito?
--Alli bajo el reloj lo veo. Son tres bultos. Dos maletas
y un mundo de libros para el Sr. D. Cayetano. Tome
[10] usted el talon.
Un momento despues senor y escudero hallabanse a
espaldas de la barraca llamada estacion, frente a un caminejo
que partiendo de alli se perdia en las vecinas lomas
desnudas, donde confusamente se distinguia el miserable
[15] caserio de Villahorrenda. Tres caballerias debian transportar
todo, hombres y mundos. Una jaca de no mala
estampa era destinada al caballero. El tio Licurgo oprimiria
los lomos de un cuartago venerable, algo desvencijado,
aunque seguro; y el macho, cuyo freno debia regir
[20] un joven zagal de piernas listas y fogosa sangre, cargaria
el equipaje.
Antes de que la caravana se pusiese en movimiento,
partio el tren, que se iba escurriendo por la via con la
parsimoniosa cachaza de un tren mixto. Sus pasos, retumbando
[25] cada vez mas lejanos, producian ecos profundos bajo
tierra. Al entrar en el tunel del kilometro 172, lanzo el
vapor por el silbato y un aullido estrepitoso resono en los
aires. El tunel, echando por su negra boca un halito
blanquecino, clamoreaba como una trompeta, y al oir su
[30] enorme voz, despertaban aldeas, villas, ciudades, provincias.
Aqui cantaba un gallo, mas alla otro. Principiaba
a amanecer.
4
II
=Un viaje por el corazon de Espana=
Cuando empezada la caminata dejaron a un lado las
casuchas de Villahorrenda, el caballero, que era joven y de
muy buen ver, hablo de e
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