nstantemente derecho, y en el cumplimiento
de sus deberes escolasticos apenas tenia pero. Concluidos
los estudios universitarios con aprovechamiento asombroso,
pues no hubo clase en que no ganase las mas eminentes
notas, empezo a trabajar, prometiendo con su aplicacion y
[15] buen tino para la abogacia perpetuar en el foro el lozano
verdor de los laureles del aula.
A veces era travieso como un nino, a veces formal como
un hombre. En verdad, en verdad, que si a Jacintito no le
gustaran un poco, y aun un mucho, las lindas muchachas,
[20] su buen tio le creeria perfecto. No dejaba de sermonearle
a todas horas, apresurandose a cortarle los audaces vuelos;
pero ni aun esta inclinacion mundana del jovenzuelo lograba
enfriar el mucho amor que nuestro buen canonigo tenia al
encantador retono de su cara sobrina Maria Remedios.
[25] En tratandose del abogadillo, todo cedia. Hasta las graves
y metodicas practicas del buen sacerdote se alteraban
siempre que se tratase de algun asunto referente a su
precoz pupilo. Aquel metodo riguroso y fijo como un
sistema planetario, solia perder su equilibrio cuando Jacintito
[30] estaba enfermo o tenia que hacer un viaje. iInutil celibato
el de los clerigos! Si el Concilio de Trento les prohibe
tener hijos, Dios, no el Demonio, les da sobrinos para que
conozcan los dulces afanes de la paternidad.
Examinadas imparcialmente las cualidades de aquel aprovechado
nino, era imposible desconocer que no carecia de 53
merito. Su caracter era por lo comun inclinado a la honradez,
y las acciones nobles despertaban franca admiracion
en su alma. Respecto a sus dotes intelectuales y a su saber
[5] social, tenia todo lo necesario para ser con el tiempo una
notabilidad de estas que tanto abundan en Espana; podia
ser lo que a todas horas nos complacemos en llamar hiperbolicamente
un _distinguido patricio_ o _un eminente hombre publico_,
especies que por su mucha abundancia apenas son apreciadas
[10] en su justo valor. En aquella tierna edad en que el
grado universitario sirve de soldadura entre la puericia y la
virilidad, pocos jovenes, mayormente cuando han sido mimados
por sus maestros, estan libres de una pedanteria fastidiosa,
que si les da gran prestigio junto al sillon de sus
[15] mamas, es muy risible entre hombres hechos y fo
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