le hicieron
decir:--"Conviene aprovechar el tiempo. Sabe Dios lo
[30] que durara ese noviazgo y el aburrimiento que traera
consigo." Dirigiose a Madrid, solicito la comision de explorar
la cuenca del Nahara, se la dieron sin dificultad, a pesar de
no pertenecer oficialmente al cuerpo de minas, pusose luego
en marcha, y despues de trasbordar un par de veces, el tren
mixto numero 65 le llevo, como se ha visto, a los amorosos 22
brazos del tio Licurgo.
Frisaba la edad de este excelente joven en los treinta y
cuatro anos. Era de complexion fuerte y un tanto herculea,
[5] con rara perfeccion formado, y tan arrogante, que si llevara
uniforme militar, ofreceria el mas guerrero aspecto y talle
que puede imaginarse. Rubios el cabello y la barba, no
tenia en su rostro la flematica imperturbabilidad de los
Sajones, sino por el contrario, una viveza tal, que sus ojos
[10] parecian negros sin serlo. Su persona bien podia pasar por
un hermoso y acabado simbolo, y si fuera estatua, el escultor
habria grabado en el pedestal estas palabras: _inteligencia,
fuerza_. Si no en caracteres visibles, llevabalas el expresadas
vagamente en la luz de su mirar, en el poderoso atractivo
[15] que era don propio de su persona, y en las simpatias a
que su trato carinosamente convidaba.
No era de los mas habladores: solo los entendimientos
de ideas inseguras y de movedizo criterio propenden a la
verbosidad. El profundo sentido moral de aquel insigne
[20] joven le hacia muy sobrio de palabras en las disputas que
constantemente traban sobre diversos asuntos los hombres
del dia; pero en la conversacion urbana sabia mostrar una
elocuencia picante y discreta, emanada siempre del buen
sentido y de la apreciacion mesurada y justa de las cosas
[25] del mundo. No admitia falsedades, ni mistificaciones, ni
esos retruecanos del pensamiento con que se divierten algunas
inteligencias impregnadas de gongorismo; y para volver
por los fueros de la realidad, Pepe Rey solia emplear a
veces, no siempre con comedimiento, las armas de la burla.
[30] Esto casi era un defecto a los ojos de gran numero de personas
que le estimaban, porque nuestro joven aparecia un
poco irrespetuoso en presencia de multitud de hechos comunes
en el mundo y admitidos por todos. Fuerza es decirlo,
aunque se amenguee su pr
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