ensibles a las ideas, a los
dogmas, a la fe, a la exaltacion mistica, realizan mision muy
noble. Los mamarrachos y las aberraciones del gusto, las
[5] obras grotescas con que una piedad mal entendida llena
las iglesias, tambien cumplen su objeto; pero este es bastante
triste: fomentan la supersticion, enfrian el entusiasmo,
obligan a los ojos del creyente a apartarse de los altares, y
con los ojos se apartan las almas que no tienen fe muy profunda
[10] ni muy segura.
--La doctrina de los iconoclastas--dijo Jacintito,--tambien
parece que esta muy extendida en Alemania.
--Yo no soy iconoclasta, aunque prefiero la destruccion
de todas las imagenes a esta exhibicion de chocarrerias de
[15] que me ocupo--continuo el joven.--Al ver esto, es licito
defender que el culto debe recobrar la sencillez augusta de
los antiguos tiempos; pero no: no se renuncie al auxilio
admirable que las artes todas, empezando por la poesia y
acabando por la musica, prestan a las relaciones entre el
[20] hombre y Dios. Vivan las artes, desplieguese la mayor
pompa en los ritos religiosos. Yo soy partidario de la
pompa....
--Artista, artista y nada mas que artista--exclamo el
canonigo, moviendo la cabeza con expresion de lastima.--Buenas
[25] pinturas, buenas estatuas, bonita musica... Gala
de los sentidos, y el alma que se la lleve el Demonio.
--Y a proposito de musica--dijo Pepe Rey, sin advertir
el deplorable efecto que sus palabras producian en la madre
y la hija,--figurense ustedes que dispuesto estaria mi espiritu
[30] a la contemplacion religiosa al visitar la catedral, cuando
de buenas a primeras y al llegar al ofertorio en la misa
mayor, el senor organista toco un pasaje de _La Traviata_.
--En eso tiene razon el Sr. de Rey--dijo el abogadillo
enfaticamente.--El senor organista toco el otro dia todo el
brindis y el wals de la misma opera y despues un rondo de 62
_La Gran Duquesa_.
--Pero cuando se me cayeron las alas del corazon--continuo
el ingeniero implacablemente,--fue cuando vi
[5] una imagen de la Virgen que parece estar en gran veneracion,
segun la mucha gente que ante ella habia y la multitud
de velas que la alumbraban. La han vestido con ahuecado
ropon de terciopelo bordado de oro, de tan extrana forma
que supera a las modas mas extravagantes de
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