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dejado ver!--exclamo estrechandola con ardor entre sus
brazos.
Sintio los dedos frios de la joven sobre sus labios,
[5] imponiendole silencio. Los beso con frenesi.
--Estas helada... Rosario... ?por que tiemblas asi?
Daba diente con diente, y su cuerpo todo se estremecia
con febril convulsion. Rey sintio en su cara el abrasador
fuego del rostro de su prima, y alarmado exclamo:
[10] --Tu frente es un volcan. Tienes fiebre.
--Mucha.
--?Estas enferma realmente?
--Si....
--Y has salido....
[15] --Por verte.
El ingeniero la estrecho entre sus brazos para darle
abrigo; pero no bastaba.
--Aguarda--dijo vivamente levantandose.--Voy a mi
cuarto a traer mi manta de viaje.
[20] --Apaga la luz, Pepe.
Rey habia dejado encendida la luz dentro de su cuarto,
y por la puerta de este salia una tenue claridad, iluminando
la galeria. Volvio al instante. La obscuridad era ya
profunda. Tentando las paredes pudo llegar hasta donde
[25] estaba su prima. Reunieronse y la arropo cuidadosamente
de los pies a la cabeza.
--?Que bien estas ahora, nina mia?
--Si, ique bien!... Contigo.
--Conmigo... y para siempre--exclamo con
[30] exaltacion el joven.
Pero observo que se desasia de sus brazos y se levantaba.
--?Que haces?
Sintio el ruido de un hierrecillo. Rosario entraba una
llave en la invisible cerradura, y abria cuidadosamente la
puerta en cuyo umbral se habian sentado. Leve olor de 115
humedad, inherente a toda pieza cerrada por mucho tiempo,
salia de aquel recinto obscuro como una tumba. Pepe Rey
se sintio llevado de la mano, y la voz de su prima dijo muy
[5] debilmente:
--Entra.
Dieron algunos pasos. Creiase el conducido a ignotos
lugares Eliseos por el angel de la noche. Ella tanteaba.
Por fin volvio a sonar su dulce voz, murmurando:
[10] --Sientate.
Estaban junto a un banco de madera. Los dos se sentaron.
Pepe Rey la abrazo de nuevo. En el mismo
instante su cabeza choco con un cuerpo muy duro.
--?Que es esto?
[15] --Los pies.
--Rosario... ?que dices?
--Los pies del divino Jesus, de la imagen de Cristo
Crucificado, que adoramos en mi casa.
Pepe Rey sintio como una fria lanzada que le traspaso el
[20] corazon.
--Besalos--dijo imperiosamen
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