s ajos del mundo), no esta
[10] muy lejos ni tampoco muy cerca de Madrid, no debiendo
tampoco asegurarse que enclave sus gloriosos cimientos al
Norte ni al Sur, ni al Este ni al Oeste, sino que es posible
este en todas partes, y por do quiera que los espanoles
revuelvan sus ojos y sientan el picar de sus ajos.
[15] Repartidas por el municipio las cedulas de alojamiento,
cada cual se fue en busca de su hogar prestado. Les recibian
de muy mal talante, dandoles acomodo en los lugares
mas atrozmente inhabitables de las casas. Las muchachas
del pueblo no eran en verdad las mas descontentas; pero
[20] se ejercia sobre ellas una gran vigilancia, y no era decente
mostrar alegria por la visita de tal canalla. Los pocos soldados
hijos de la comarca eran los unicos que estaban a
cuerpo de rey. Los demas eran considerados como extranjeros.
[25] A las ocho de la manana un teniente coronel de caballeria
entro con su cedula en casa de dona Perfecta Polentinos.
Recibieronle los criados, por encargo de su senora,
que hallandose en deplorable situacion de animo, no quiso
bajar al encuentro del soldadote, y senalaronle para vivienda
[30] la unica habitacion al parecer disponible de la casa, el
cuarto que ocupaba Pepe Rey.
--Que se acomoden como puedan--dijo dona Perfecta
con expresion de hiel y vinagre.--Y si no caben que se
vayan a la calle.
?Era su intencion molestar de este modo al infame 127
sobrino, o realmente no habia en el edificio otra pieza disponible?
No lo sabemos, ni las cronicas de donde esta
veridica historia ha salido dicen una palabra acerca de tan
[5] importante cuestion. Lo que sabemos de un modo incontrovertible
es que lejos de mortificar a los dos huespedes
que les embaularan juntos, causoles sumo gusto por ser
amigos antiguos. Grande y alegre sorpresa tuvieron uno y
[10] y lanzar exclamaciones, ponderando la extrana casualidad que
los unia en tal sitio y ocasion.
--Pinzon... itu por aqui!... ?Pero que es esto?
No sospechaba que estuvieras tan cerca...
--Yo oi decir que andabas por estas tierras, Pepe Rey;
[15] pero tampoco crei encontrarte en la horrible, en la salvaje
Orbajosa.
--iPero que casualidad feliz!... porque esta casualidad
es felicisima, providencial... Pinzon, entre tu y yo
vamos a hacer algo grande en est
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