en la otra con tanta fuerza, que casi se hizo sangre.
--Sr. D. Inocencio--exclamo.--Muramos... no hay
[15] mas remedio que morir.
Despues rompio a llorar desconsolada.
--Valor, senora mia--dijo el clerigo con acento
patetico.--Mucho valor.... Ahora es preciso tenerlo grande.
Esto requiere serenidad y gran corazon.
[20] --El mio es inmenso--dijo entre sollozos la de
Polentinos.
--El mio es pequenito...--dijo el canonigo;--pero
alla veremos.
XXIV
=La confesion=
Entre tanto Rosario, con el corazon hecho pedazos, sin
[25] poder llorar, sin poder tener calma ni sosiego, traspasada
por el frio acero de un dolor inmenso, con la mente pasando
en veloz carrera del mundo a Dios y de Dios al mundo,
aturdida y media loca, estaba a altas horas de la noche en
su cuarto, puesta de hinojos, cruzadas las manos, con los
[30] pies desnudos sobre el suelo, la ardiente sien apoyada en el
borde del lecho, a obscuras, a solas, en silencio. Cuidaba 172
de no hacer el menor ruido, para no llamar la atencion de
su mama, que dormia o aparentaba dormir en la habitacion
inmediata. Elevo al cielo su exaltado pensamiento en esta
[5] forma:
--Senor, Dios mio, ?por que antes no sabia mentir y
ahora se? ?Por que antes no sabia disimular y ahora
disimulo? ?Soy una mujer infame?... Esto que siento
y que a mi me pasa es la caida de las que no vuelven a
[10] levantarse. ?He dejado de ser buena y honrada?...
Yo no me conozco. ?Soy yo misma, o es otra la que esta
en este sitio?... iQue de terribles cosas en tan pocos
dias! iCuantas sensaciones diversas! iMi corazon esta
consumido de tanto sentir!... Senor, Dios mio, ?oyes
[15] mi voz, o estoy condenada a rezar eternamente sin ser oida?...
Yo soy buena, nadie me convencera de que no soy
buena. Amar, amar muchisimo, ?es acaso maldad?...
Pero no... esto no es una ilusion, un engano. Soy mas
mala que las peores mujeres de la tierra. Dentro de mi
[20] una gran culebra me muerde y me envenena el corazon....
?Que es esto que siento? ?Por que no me matas, Dios
mio? ?Por que no me hundes para siempre en el Infierno?...
Es espantoso, pero lo confieso, lo confieso a solas a
Dios, que me oye, y lo confesare ante el sacerdote.
[25] Aborrezco a mi madre. ?En
|