Uruguay, caminase a paso lento contra el enemigo, porque no
sucediese que estando los caballos cansados y tambien los
soldados, no estuviese apto para acometer al enemigo, comenzo
este a levantar en dicho salto un fuerte. Entretanto con gran
trabajo, o luchando contra el torrente de las aguas que caen de
aquellos penascos, movieron las lanchas con intencion danada, o
las arrastraron por el suelo con bueyes.
54. Por este tiempo los pastores o curas de Yapeyu, atemorizados
de los anuncios amenazantes, se disponian a huirse del pueblo, e
irse a los reales de los Espanoles: pero fue en vano, porque sus
feligreses los guardaban o custodiaban con diligencia. Con todo,
uno de ellos, pretestando iba a acudir a una fingida necesidad
de los enfermos en el pago, o estancia de San Pedro, (donde no
habia enfermo alguno) se escapo rio abajo en un botecillo: mas
habiendo sido pillado por los soldados o indios, como reusaba
parar, siendo requerido, habiendole echado un lazo, juntamente
con el botecillo, lo tomaron. Despues fue llevado a los reales
con el marinero, que en castigo le tuvieron atado de pies y
manos toda la noche, a cuatro palos hacia diversas partes, y por
la manana fue azotado con riendas: mas contra el sacerdote no
hicieron cosa indecorosa, sino algunas amenazas, ponerle miedo
con algunos tiros al aire de escopetas, y con dicterios. Luego
que lo supo el Capitan general de los ejercitos, Nicolas,
habiendo enviado gente que lo custodiasen; lo remitio al pueblo
con seguridad, pidiendoles en algun modo licencia a los soldados
para ello.
55. Despues de esto se iban arrimando poco a poco los reales o
campos de los indios a los de los Espanoles, que estaban en las
riberas del dicho rio Uruguay, y habiendo enviado por una y otra
parte exploradores, luego llegaron a dejarse ver de tal manera,
que se espantaron los espanoles. Observaron los indios, que seis
de ellos, a vista de cuatro, huyeron a su campo, con tal
precipitada fuga, que dejaron una bolsa llena de sal, otra de
bizcocho, y algunas otras cosas, por despojo de los indios que
venian, y se retiraron a su ejercito; en el cual, luego que se
dio parte que el ejercito de los indios estaba cerca, el
Gobernador y Capitan General mando tocar llamada, o a recoger.
Deseaba el Gobernador dejar en el sobredicho castillo algunos
presidarios, mas no habia alguno que se atreviese a estos
peligr
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