ses, en el cual promete. I.
Que ni la una ni la otra parte se harian dano, hasta tanto que
se diese la ultima y definitiva sentencia por los Reyes de
Espana y Portugal, acerca de las quejas dadas y perdon de los
indios, o hasta tanto que el ejercito espanol no volviese otra
vez a campana. II. Que ambas partes se volverian a sus tierras,
y que ni una ni otra nacion pasaria el Rio Grande. III. Que los
indios serian cautivos si pasasen el rio, yendo a las tierras de
los Portugueses, y mutuamente los Portugueses lo serian de los
indios, si ellos intentasen pasar a sus tierras. IV. Pidieron
solamente se les dejase descansar algun tiempo en el rio Yobi,
mientras los animales recuperaban el aliento y fuerzas
perdidas.--Firmaron estas treguas de parte de los Portugueses,
el mismo Capitan General Gomez Freire de Andrade: Martin de
Echauri, espanol, Gobernador de Montevideo: Miguel Angelo
Velasco: Tomas Luis de Osorio: Francisco Xavier Cardoso de
Meneses y Sousa: Tomas Clarque: Sacerdote Secular, capellan de
Gomez, en cuyas manos se hizo juramento. De parte de los indios
firmaron, Cristoval Acatu: Fabian Guaqui: Francisco Antonio y
Bartolome Candeyu: Santiago Pindo: D. Ignacio Tariguazu: D.
Lorenzo Mbaype: D. Alonso Guayraye. Concluidas estas cosas a 18
Noviembre en la media noche, los Portugueses que estaban de esta
parte del rio lo pasaron calladito, y juntos los batallones,
marcharon sin hacer ruido: al dia siguiente 19 se desaparecieron
del todo. Asimismo tambien nuestros ejercitos, habiendo dejado
unos pocos destacamentos por custodia y seguridad de las
circunvecinas tierras de San Luis, San Lorenzo y San Juan, se
retiraron a sus pueblos, no habiendo sido muerto indio alguno
por mano del enemigo: pero si casi 100 Portugueses acabaron con
las armas de los indios. Arrimadas las lanzas, se empleaban en
la devocion de San Xavier, dandole gracias por haberlos librado
de la tribulacion; y las legiones, en lugar de las armas,
tomaron con brio los arados, porque no se pasase el tiempo que
aun quedaba para la agricultura, recompensando siquiera algo en
este mes, (ya empezaba Diciembre) el que se habia desperdiciado
o perdido en el espacio de tantos otros.
61. En este tiempo llegaron de Buenos Aires, o de la ciudad del
Puerto, mas amenazas, porque el Marques de Valdelirios con mas
acrimonia escribio al Gobernador por su retirada. Tambien
nuestro Altami
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