a sido hecha en uno de
estos afligidos pueblos, es a saber, en el de San Lorenzo. La
vispera, pues, se repicaron a mediodia las campanas de toda la
ciudad, las cuales, de moto-propio y no siendo convidados,
mandaron repicar los curas y prelados de las religiones.
Resonaron de lo alto de la torre intrumentos musicos, es a
saber, chirimias, trompetas, cajas y otros instrumentos de este
genero: ademas se dispararon los canones de hierro, y los
morteros con su gran ruido llenaron el aire. Fuera de esto, a
las dos de la tarde toda la compania formo en procesion delante
de la casa de cierto noble varon, llamado D. Melchor Echaguee, el
cual a uso del pais fue elegido mayordomo del Santo. Y
habiendose reunido alli un numeroso concurso del clero, y de los
hijos de Santo Domingo, estaba sobre andas adornadamente la
estatua del Santo, como se dira despues. Se ordeno la procesion,
cargando la estatua del Santo el clero, mesclado con los PP. de
la Compania, que alternaban con los PP. Dominicos hasta que se
llego a la iglesia parroquial, que es la principal de la ciudad,
resonando continuamente las armas de fuego, cohetes y la armonia
de la musica. Luego que se llego a la iglesia que, toda adornada
con primor de luces y lamparas muy hermosas, relucia iluminada
interiormente, hecha senal con la campana para visperas, y
colocado el Santo en el mismo presbiterio sobre una mesa, que
para esto estaba adornada, se cantaron por punto las visperas en
que oficiaron nuestros mejores musicos, asistiendo a ellas todo
el clero y los PP. Jesuitas y Dominicos: concluidas las
ceremonias, en el mismo orden, aparato y solemnidad, fue llevado
el simulacro del Santo a nuestra iglesia, en donde se canto el
_Te-Deum_ solemnemente, resonando los canones de fuego, y
musica, y tambien las campanas: y dicha la oracion acostumbrada,
se termino por este dia la solemnidad acordada. Despues a las
Ave-Marias y final de la fiesta, se encendieron algunos cientos
de lamparas, se ilumino la torre parroquial, y tambien la
nuestra tenia muchas banderas, que con hermosura batian el
viento y se mesclaban con las lamparas. Estando la noche mas
oscura iluminaron el aire los cohetes voladores y se oyo el
estrepito de las armas.
69. Al dia siguiente, desde la aurora, los sacerdotes que no
eran de casa, digeron misa hasta las 9, y mas adelante, estando
siempre la iglesia llena de pueblo de todo
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