Abipones que el Comandante habia
traido como exploradores, siendo muy baqueanos. Tambien en Santa
Fe, habiendo el teniente convidado para la liga a los Mocobis,
se nego el cacique barbaro, y no dio respuesta de tal, porque
dijo:--que el no habia abrazado la ley de Cristo para hacer
guerra contra inocentes cristianos, y que antes bien favoreceria
a los oprimidos, a no ser que se lo impidiese aquel gran rio.
77. Que a unos y otros, esto es, Santafecinos y Correntinos, se
les habian disparado los caballos, y se les habian perdido por
los inmensos campos: que por todas partes, y especialmente en
Buenos Aires, cada dia se morian y perecian a centenares; y por
esta razon algunos dudaban del eficaz progreso del ejercito. No
obstante, aunque es cierto que la Corte no dudaba de la
iniquidad, y que tambien trabajaba en la disolucion o nulidad de
los pactos, no obstante, como no enviasen algun cierto y
deliberado decreto sobre si se habia de suspender o continuar la
guerra, los Ministros de ambas Cortes que estan aqui, mueven con
mayor actividad las cosas de la guerra: y como los espanoles,
con dificultad, y casi violentados, eran llevados a esta
expedicion y, como decian, eran obligados y constrenidos a ella
por solas unas razones politicas, procedian con lentitud, o
procuraban irse despacio. Por esto, estando muy adelantado
Noviembre, aun estaban en la ciudad de Montevideo, y no sabian
si con sinceridad o con doblez se divulgaban aca, donde yo
estaba, ciertos avisos secretos, que no deseaban otra cosa los
espanoles sino que las fuerzas de los indios se les opusiesen, y
quemasen los campos por donde habian de pasar, para que se les
diese ocasion de dar por escusa el defecto de los pastos, y
retroceder, o a lo menos retardarse, en tanto que llegase de la
Corte alguna cosa cierta. Aunque sea dudando, no sin fundamento,
de la posibilidad del expediente, porque los pastos maduros en
estas tierras, y la paja que es apta para el fuego, no lo son
para los animales, pero una vez quemadas, como poco despues
vuelven y reverdecen, con ansia los comen los caballos y los
gustan grandemente; asi se sospecho, y no vanamente, por
algunos, que era estratagema, y que bajo el pretesto de ponerles
miedo, se le pedia favor, y aun auxilio al enemigo:
especialmente siendo asi que los campos y llanuras quemadas
mostrarian mejor el camino a los viajantes, cuando por lo
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