. Despues del segundo Domingo, dia 3 de Mayo, como bajasen de
la estancia de San Bernardo a las cabeceras del arroyo llamado
_Ibabiyu_, que esta a la vista de la estancia de San Ignacio, de
la jurisdiccion de San Miguel, salieron de repente 2,000 indios
de los escondrijos, en donde se ocultaban, y se estendieron por
las cumbres de los opuestos collados, y se formaron en media
luna: los de a pie se mantuvieron en las colinas; pero la
caballeria, capitaneada por los gentiles, a toda carrera
acometio al enemigo. Este, juntando sus carros en circulo, formo
una fuerte trinchera, y a la frente estendio sus escuadrones, y
porque estaba defendido con artilleria y armas de fuego, la
vanguardia se empeno en el combate, manteniendose asi hasta la
noche. Mataron algunos espanoles, mas no se sabe el numero:
porque unos dicen que fueron muchos, otros doce, y otros menos.
De los indios murieron seis de Santo Angel, un Nicolasista, un
Miguelista, y no mas.
109. Al acabar la noche siguiente, se arrimaron los indios a la
trinchera del enemigo, y si hubieran hecho las cosas con
silencio, les hubiera salido bien su estratagema: mas como se
acercasen de repente con griteria, los sintio todo el ejercito:
entonces despertandose el enemigo, se puso sobre las armas, y
casi por todo el dia duro la guerrilla, pero sin especial
ventaja; salvo que los de la Cruz quitaron una tropa de caballos
al enemigo, habiendo muerto tres de los que la custodiaban: de
parte de los indios solo murio un gentil.
110. El dia 5 de Mayo los indios debian repetir el ataque, mas
el enemigo en el silencio de la noche, fingiendo retirarse, como
viese que los indios habian ido a ocupar los caminos que tenian
por la espalda o retaguardia, de repente se dirigio hacia los
pueblos y marcho formado en batalla. Con cuya repentina astucia,
quedandose perplejos los indios, volaron por los atajos que
ellos sabian, al paso o vado de un riachuelo, llamado
_Chuniebi_, el cual no dista del pueblo de San Miguel, sino
escasamente cinco leguas. Aqui fortificaron el vado, y orillas
del rio con estacadas, y habiendo sacado del pueblo de San
Miguel dos canones de hierro, y fabricados a toda priesa otros
cinco de madera durisima, (llamanla _Tajibo_, y los indios
_Tayi_) se apostaron los Miguelistas para defender el referido
paso. Los demas insensiblemente se volvian a sus pueblos
vecinos, a cuidar, como de
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