s horrible, ?no? iDa pena!
iHorrible, horrible! No era la enfermedad, sino la situacion lo que
les parecia horrible. Estaba visto que todas las galanterias iban a
ser para mi en aquella casa. Primero el hermanito, luego la madre.
Ayestarain, que nos habia dejado un instante, salio muy satisfecho del
estado de la enferma; descansaba con una placidez desconocida aun. La
madre miro a otro lado, y yo mire al medico: podia irme, claro que si,
y me despedi.
* * * * *
He dormido mal, lleno de suenos que nada tienen que ver con mi
habitual vida. Y la culpa de ello esta en la familia Funes, con Luis
Maria, madre, hermanas, medicos y parientes colaterales. Porque si se
concreta bien la situacion, ella da lo siguiente:
Hay una joven de diez y nueve anos, muy bella sin duda alguna, que
apenas me conoce y a quien le soy profunda y totalmente indiferente.
Esto en cuanto a Maria Elvira. Hay, por otro lado, un sujeto joven
tambien--ingeniero, si se quiere--que no recuerda haber pensado dos
veces seguidas en la joven en cuestion. Todo esto es razonable,
inteligible y normal.
Pero he aqui que la joven hermosa se enferma, de meningitis o cosa por
el estilo, y en el delirio de la fiebre, unica y exclusivamente en el
delirio, se siente abrasada de amor. ?Por un primo, un hermano de sus
amigos, un joven mundano que ella conoce bien? No senor; por mi.
?Es esto bastante idiota? Tomo, pues, una determinacion, que hare
conocer al primero de esa bendita casa que llegue a mi puerta.
* * * * *
Si, es claro. Como lo esperaba, Ayestarain estuvo este mediodia a
verme. No pude menos que preguntarle por la enferma, y su meningitis.
--?Meningitis?--me dijo--iSabe Dios lo que es! Al principio parecia, y
anoche tambien... Hoy ya no tenemos idea de lo que sera.
--Pero, en fin--objete,--siempre una enfermedad cerebral...
--Y medular, claro esta... Con unas lesioncillas quien sabe donde...
?Vd. entiende algo de medicina?
--Muy vagamente...
--Bueno; hay una fiebre remitente, que no sabemos de donde sale...
Era un caso para marchar a todo escape a la muerte... Ahora hay
remisiones--tac--tac--tac, justas como un reloj...
--Pero el delirio--insisti--?existe siempre?
--iYa lo creo! Hay de todo alli... Y a proposito, esta noche lo
esperamos.
Ahora me habia llegado el turno de hacer medicina a mi modo. Le dije
que mi propia sustancia habia cumplido ya su papel curativo
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