ando se alejo.
--?Por que? ?Que le ha hecho?
--Digame, Maria Elvira--exclame--?le ha hecho el amor a Vd. alguna
vez?
--?Quien, Ayestarain?
--Si, el.
Me miro titubeando al principio. Luego, plenamente en los ojos, seria:
--Si--me contesto.
--iAh, ya me lo esperaba!... Por lo menos ese tiene
suerte...--murmure, ya amargado del todo.
--?Por que?--me pregunto.
Sin responderle, me encogi violentamente de hombros y mire a otro
lado. Ella siguio mi vista. Paso un momento.
--?Por que?--insistio, con esa obstinacion pesada y distraida de las
mujeres, cuando comienzan a hallarse perfectamente a gusto con un
hombre. Estaba ahora, y estuvo durante los breves momentos que
siguieron, de pie, con la rodilla sobre el silloncito. Mordia un
papel--jamas supe de donde pudo salir--y me miraba, subiendo y bajando
imperceptiblemente las cejas.
--?Por que?--repuse al fin.--Porque el ha tenido por lo menos la
suerte de no servir de muneco ridiculo al lado de una cama, y puede
hablar seriamente, sin ver subir y bajar las cejas como si no se
entendiera lo que digo...?comprende ahora?
Maria Elvira me miro unos instantes pensativa, y luego movio
negativamente la cabeza, con su papel en los labios.
--?Es cierto o no?--insisti, pero ya con el corazon a loco escape.
Ella torno a sacudir la cabeza:
--No, no es cierto...
--iMaria Elvira!--llamo Angelica de lejos.
Todos saben que la voz de los hermanos suele ser de lo mas inoportuna.
Pero jamas una voz fraternal ha caido en un diluvio de hielo y pez
fria tan fuera de proposito como aquella vez.
Maria Elvira tiro el papel y bajo la rodilla.
--Me voy--me dijo riendo, con la risa que ya le conocia cuando
afrontaba un flirt.
--iUn solo momento!--le dije.
--iNi uno mas!--me respondio alejandose ya y negando con la mano.
?Que me quedaba por hacer? Nada, a no ser tragar el papelito humedo,
hundir la boca en el hueco que habia dejado su rodilla, y estrellar el
sillon contra la pared. Y estrellarme en seguida yo mismo contra un
espejo, por imbecil. La inmensa rabia de mi mismo me hacia sufrir,
sobre todo. iIntuiciones viriles! iSicologias de hombre corrido! Y la
primer coqueta cuya rodilla esta marcada alli, se burla de todo eso
con una frescura sin par!
* * * * *
No puedo mas. La quiero como un loco, y no se, lo que es mas amargo
aun, si ella me quiere realmente o no. Ademas, sueno, sueno demasiado,
y cosas por el estilo: I
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