Elvira se precave asi contra mis posibles pretensiones por aquello; he
aqui todo.
En lo que no tiene razon. Que me guste desesperadamente, muy bien.
Pero que vaya yo a exigir el pago de un pagare de amor firmado sobre
una carpeta de meningitis, idiablo! eso no.
* * * * *
Nueve de la manana.--No es hora sobremanera decente de acostarse, pero
asi es. Del baile de lo de Rodriguez Pena, a Palermo. Luego al bar.
Todo perfectamente solo. Y ahora a la cama.
Pero no sin disponerme a concluir el paquete de cigarrillos, antes de
que el sueno venga. Y aqui esta la causa: baile anoche con Maria
Elvira. Y despues de bailar, hablamos asi:
--Estos puntitos de la pupila--me dijo, frente uno de otro en la
mesita,--no se me han ido aun. No se que sera... Antes de mi
enfermedad no los tenia.
Precisamente nuestra vecina de mesa acababa de hacerle notar ese
detalle. Con lo que sus ojos no quedaban sino mas luminosos.
Apenas comence a responderle, me di cuenta de la caida; pero ya era
tarde.
--Si,--le dije, observando sus ojos;--me acuerdo de que antes no los
tenia...
Y mire a otro lado. Pero Maria Elvira se echo a reir:
--Es cierto; Vd. debe saberlo mas que nadie.
iAh! ique sensacion de inmensa losa derrumbada por fin de sobre mi
pecho! Era posible hablar de eso, por fin!
--Eso creo--repuse.--Mas que nadie, no se... Pero si; en el momento a
que se refiere, mas que nadie, con seguridad.
Me detuve de nuevo; mi voz comenzaba a bajar demasiado de tono.
iAh, si!--se sonrio Maria Elvira. Aparto los ojos, seria ya,
alzandolos a las parejas que pasaban a nuestro lado.
Corrio un momento, para ella de perfecto olvido de lo que hablabamos,
supongo, y de sombria angustia para mi. Pero sin bajar los ojos, como
si le interesaran siempre los rostros que cruzaban en sucesion de
film, agrego de costado:
--Cuando era mi amor, al parecer.
--Perfectamente bien dicho--le dije--su amor _al parecer_.
Ella me miro entonces, devolviendome la sonrisa.
--No...
Y se callo.
--?No... que? Concluya.
--?Para que? Es una zoncera.
--No importa; concluya.
Ella se echo a reir:
--?Para que? En fin...?no supondra que no era _al parecer_?
--Es un insulto gratuito--le respondi.--Yo fui el primero en constatar
la exactitud de la cosa, cuando yo era su amor... _al parecer_.
--iY dale!...--murmuro.--Pero a mi vez el demonio de la locura me
arrastro tras aquel i_y dale_! burlon, a una pregu
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