a.
Se volvio a mi.
--?Por que se va?--me pregunto.
--iHum!--me sonrei--Seria muy largo, infinitamente largo de contar...
En fin, me voy.
Maria Elvira fijo aun los ojos en mi, y su expresion, preocupada y
atenta, se torno sombria.
Concluyamos, me dije. Y adelanteme:
--Bueno, Maria Elvira...
Me tendio lentamente la mano, una mano fria y humeda, de jaqueca.
--Antes de irse--me dijo--?no me quiere decir por que se va?
Su voz habia bajado un tono. El corazon me latio locamente, pero como
en un relampago, la vi ante mi, como aquella noche, alejandose riendo
y negando con la mano: "no, ya estoy satisfecha"... iAh, no, yo
tambien! iCon aquello tenia bastante!
--Me voy--le dije bien claro--porque estoy hasta aqui, de dolor,
ridiculez y vergueenza de mi mismo! ?Esta contenta ahora?
Tenia aun la mano en la mia. La retiro, se volvio lentamente, quito la
musica del atril para colocarla sobre el piano, todo con pausa y
mesura, y me miro de nuevo con esforzada y dolorosa sonrisa:
--?Y si yo... le pidiera que no se fuera?...
--iPero por Dios bendito!--exclame--iNo se da cuenta de que me esta
matando con estas cosas! iEstoy harto de sufrir y echarme en cara mi
infelicidad! ?Que ganamos, que gana Vd. con estas cosas? iNo, basta
ya! ?Sabe Vd.--agregue adelantandome--lo que Vd. me dijo aquella
ultima noche de su enfermedad? ?Quiere que se lo diga? ?Quiere?
Quedo inmovil, toda ojos.
--Si, digame...
--iBueno! Vd. me dijo, y maldita sea la noche en que lo oi, Vd. me
dijo bien claro esto: y--cuan--do--no tenga--mas--de--li--rio, me
que--rras toda--vi--a? Vd. tenia delirio aun, ya lo se... ?Pero que
quiere que haga yo ahora? ?Quedarme aqui, a su lado, desangrandome
vivo con su modo de ser, porque la quiero como un idiota!... Esto es
bien claro tambien, eh? iAh! le aseguro que no es vida la que llevo!
iNo, no es vida!
Habia apoyado la frente en los vidrios, deshecho, sintiendo que
despues de lo que habia dicho, mi amor, mi alma, mi vida, se
derrumbaban para siempre jamas.
Pero era menester concluir y me volvi: ella estaba a mi lado, y en sus
ojos--como en un relampago, de felicidad esta vez--vi en sus ojos
resplandecer, marearse, sollozar, la luz de humeda dicha que creia
muerta ya.
--iMaria Elvira!--exclame, grite, creo.--iMi amor querido! iMi alma
adorada!
Y ella, en silenciosas lagrimas de tormento concluido, vencida,
entregada, dichosa, habia hallado por fin sobre mi pecho, postura
comoda a su
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