universales no determinan la nocion que tenemos de los individuos de la
especie humana: como si para difinir la rosa pusiesemos por genero
_Planta_, que dista mucho de la nocion de la rosa, para la qual es
genero inmediato y conforme a la nocion el de _flor_; y lo mismo
sucediera si para difinir el Aguila pusiesemos por genero _viviente_;
pues siendo tan general esta nocion, no es correspondiente a la que
tenemos de las aguilas: y esto sucede porque el genero proximo ya
incluye en si los remotos, no pudiendo haber nocion de animal que no
encierre la de substancia y ente; mas los remotos no incluyen
_formalmente_, esto es, con expresa determinacion las nociones
inferiores, de modo que fuera vaga e incierta la aplicacion de ellos a
los seres determinados. En lo que llevamos explicado se fundan las
reglas de una buena difinicion, las quales consisten en que sea tal esta
que se convierta con el difinido, de modo que no haya mas, ni menos en
uno de lo que explica el otro, como sucede en la propuesta difinicion
del hombre, porque asi el entendimiento con la difinicion entendera la
esencia del difinido, sin poderla aplicar a otra cosa: para esto
conviene que sea breve y clara: esto se logra con el genero y
diferencia; y asi las difiniciones que no se hacen de este modo, no lo
son en rigor logico, sino explicaciones, como lo suelen hacer los
Oradores y Poetas, y en el trato civil el comun de las gentes: conviene
tambien que sus terminos expliquen con mas claridad que el _difinido_ lo
que es la cosa; porque si falta esto, quedan obscuras y confusas las
nociones, y no se logra el fin de conocer por las difiniciones las cosas
con claridad y sin peligro de confundirlas; bien que esta mayor claridad
basta que sea para los Filosofos, porque el vulgo por ignorancia mejor
entiende lo que quiere decir _hombre_ que _animal racional_. De lo dicho
se deduce, que no pueden llamarse difiniciones muchisimas explicaciones,
que quieren se tengan por tales: y que deben ser raras y hechas con gran
cuidado las difiniciones legitimas, aunque conviene que los sabios
despues de maduros examenes y bien hechas descripciones difinan las
cosas, para que dexando sentado el verdadero ser de ellas, no se
confundan, y se pueda asi pasar a otras averiguaciones filosoficas con
entera seguridad. Aristoteles difinio pocas cosas, pero explico muchas.
Los modernos tomando sus explicaciones por difiniciones, hallan motivo
de contradecirle. El Autor del _Arte de pen
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