su
vuelta a la corte. Y como esto no le llenaba el animo completamente, se
complacia en colocar a su lado, para contraste, todos los disgustos que
debia a su expedicion a la patria de los Seturas, con el fin de amar la
primera a medida que fuera aborreciendo la segunda.
--"Vamos a cuentas--se decia una tarde, sentado en frente de la ventana
de su cuarto, y mirando como se ocultaba el sol detras de una montana,
entre vivisimos resplandores.--Llevo en este pueblo tres meses; he
gozado a mis anchas y con las ilusiones de un nino, es decir, he gozado
cuanto es posible en esta vida de zozobras y de aprensiones, tres
semanas. En cambio he padecido despues un tabardillo, tres colicos,
trescientos sustos, treinta mil molestias por esos campos de Dios
buscando la sombra y la poesia, sesenta y seis insomnios producidos por
el perro, por los cencerros y por los golpes oidos durante la noche, e
innumerables disgustos en mi trato con el vecindario; y si cuento diez
indigestiones que me produjo la bazofia de esta bendita cocinera, una
oftalmia a consecuencia del polvo del techo de mi alcoba y doscientos
rasgunos de espinos en la piel (todo esto durante las tres semanas
contadas de placer), no hay duda que la ganancia de mi expedicion, vista
por este lado, ha sido bien escasa. Veamosla por la parte economica, que
es por lo que mas se recomienda la vida del campo. Por no reventar con
tanto y tan especial menjurje, he tenido que proveerme por mi cuenta de
la ciudad; y como esta muy lejos, entre propios, carros y otras
menudencias, lo que aqui he comido, muy mal sazonado, me cuesta triple
que mi alimento ordinario y relativamente exquisito de Madrid. Mi
equipaje esta sucio y desgarrado.
"Se me dira que de esto me tengo yo la culpa, pues he saltado portillos
y corrido por los prados, y me he sentado en ellos.... Pero, senores
mios, ?es posible que a otra cosa se pueda venir al campo? Sin contar lo
que he dado en limosnas, pues esto bien empleado esta, llevo gastado un
dineral en propinas y en pagar, triple de lo que valian, _regalos_ que
estas gentes dieron en hacerme cuando corrio la voz de mi largueza.
Total, incluso manutencion, obra de la alcoba, etc., segun el estado de
mi bolsillo y cartera, cerca del doble de lo que, en igual tiempo, gasto
en Madrid con carruaje y espectaculos.
"Veamos ahora mi expedicion por la parte instructiva, por la del
estudio, para el cual se receta siempre el campo. Perdidas mis ilusiones
por la friv
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