trato que representaba a Canterac joven, con
uniforme militar. El amueblado de las habitaciones, lo mismo que los
trajes de todos ellos, revelaban una existencia modesta pero ordenada,
digna y con cierta distincion.
Conmovido el ingeniero por las visiones que el mismo iba creando, hizo
un esfuerzo para arrancarse a ellas, y siguio escribiendo la carta que
tenia empezada sobre la mesa:
"Pronto volvere a veros. Las deudas de honor que me obligaron a
alejarme de Paris quedaran saldadas en breve, gracias a ti, valerosa
companera de mi vida, que has sabido manejar habilmente los ahorros
que te envie. iComo deseo verte en mis brazos para decirte una vez mas
mi amor y mi gratitud!... iComo ansio ver a nuestros hijos, despues de
tan larga separacion..."
Quedo el ingeniero con la diestra inmovil y la pluma en alto. Habia
perdido su rigida impasibilidad de hombre autoritario. Tenia los ojos
humedos a causa de su emocion y se paso una mano por ellos. Hizo un
esfuerzo para reconcentrar su voluntad y siguio escribiendo el final
de su carta:
"iAdios a ti, esposa mia! iAdios, hijos mios! Hasta el proximo
correo.--_Roger de Canterac._"
Pero cuando iba a doblar el pliego, anadio una posdata:
"Adjunto te remito el cheque de este mes. El proximo cheque sera mas
importante que todos los que llevas recibidos, pues espero cobrar,
ademas de mi sueldo, las retribuciones atrasadas de varios trabajos
particulares hechos en los dos ultimos anos."
Pirovani tambien estaba en su despacho, a la misma hora pluma en mano
y con los ojos vagorosos, como si contemplase interiormente una vision
ideal.
Su pensamiento le conducia hasta un colegio de Italia donde estaba su
hija unica; un colegio dirigido por monjas y cuyas alumnas eran en su
mayor parte de apellido aristocratico, lo que proporcionaba grandes
satisfacciones a la vanidad pueril del contratista.
Parecia ennoblecerse su rostro con la sonrisa dirigida a esta vision.
Avanzo los labios cual si pretendiese enviar un beso a su hija por
encima de tres mil leguas de tierras y mares. Luego siguio
escribiendo:
"Estudia mucho, Ida mia; aprende todo lo que necesita saber una senora
del gran mundo, ya que tu padre, despues de tantas privaciones y
trabajos, ha podido juntar una fortuna que le permite darte una buena
educacion... Yo fui menos dichoso que tu, y nacido en la pobreza tuve
que abrirme paso en el mundo, sin apoyo alguno, arrastrando el fardo
de mi ignorancia. Para evitarte m
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