FREE BOOKS

Author's List




PREV.   NEXT  
|<   71   72   73   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95  
96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120   >>   >|  
ncia... No hay mas que hacer memoria de nuestro origen: usted es rusa, Federico italiano, Watson de los Estados Unidos, yo espanol. Fijese tambien en la procedencia de nuestros habituales visitantes: cada uno es de una nacionalidad distinta. Lo que yo digo: esta es la tierra de todos. La casa de los dos ingenieros era visitada diariamente, despues de la cena, por los mas grandes personajes del campamento. El primero en presentarse era Canterac, con sus ropas de corte militar, pero se notaba en su persona mayor acicalamiento que antes de la llegada de los Torrebianca. Luego venia Moreno, mostrando cierta turbacion emotiva al saludar a Elena, enredandose la lengua y pronunciando balbuceos, en vez de palabras. Finalmente llegaba Pirovani, con un traje nuevo cada dos noches y llevando algun obsequio a la senora de la casa. Canterac reia de el por lo bajo, afirmando que habia frotado largamente sus sortijas, su cadena de reloj y hasta los gemelos de sus punos, antes de salir del _bengalow_, para deslumbrarlos a todos con su brillo. Una noche se presento Pirovani vistiendo un traje de colores detonantes que acababa de recibir de Bahia Blanca, y con un manojo de rosas enormes. --Me las han traido hoy de Buenos Aires, senora marquesa, y me apresuro a entregarselas. Canterac miro al italiano hostilmente, y dijo por lo bajo a Robledo: --Mentira; las ha encargado por telegrafo, segun afirma Moreno, que lo sabe todo. Esta tarde envio un hombre a todo galope a la estacion, para traerlas a tiempo. La criada mestiza, ayudada por los dos muchachos, quitaba la mesa, y la habitacion con tabiques de madera iba tomando el mismo aire que si Elena diese una fiesta. Los tres visitantes, al hablarla, repetian con cierto arrobamiento la palabra "marquesa", como si les llenase de orgullo verse amigos de una mujer de tan alta clase. Elena no ocultaba cierta predileccion por Canterac. Los dos habian vivido en Paris, en mundos distintos, aunque muy proximos. No se habian encontrado nunca, pero acababan por recordar ciertas amistades que les eran comunes. Mientras ellos hablaban, Moreno fumaba resignadamente, cruzando algunas palabras con Watson, y Pirovani conversaba con Robledo y Torrebianca. El italiano no prestaba gran atencion a sus propias palabras, espiando con ojos inquietos a la "senora marquesa" y su acompanante. La tertulia cambio totalmente de aspecto despues que Pirovani se presento con sus rosas. En la noche
PREV.   NEXT  
|<   71   72   73   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95  
96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110   111   112   113   114   115   116   117   118   119   120   >>   >|  



Top keywords:

Pirovani

 

Canterac

 

palabras

 

senora

 

italiano

 

marquesa

 
Moreno
 

Torrebianca

 

cierta

 

habian


Robledo
 

presento

 

visitantes

 

Watson

 

despues

 

tabiques

 

tomando

 

madera

 
hablarla
 

llenase


palabra

 
arrobamiento
 

repetian

 

cierto

 

fiesta

 
quitaba
 

afirma

 
memoria
 

telegrafo

 

nuestro


Mentira

 

encargado

 

hombre

 

ayudada

 

muchachos

 

orgullo

 

mestiza

 
criada
 

galope

 

estacion


traerlas
 
tiempo
 

habitacion

 
algunas
 
conversaba
 
prestaba
 

cruzando

 

resignadamente

 

Mientras

 

hablaban