ntas falsedades, y vanas observaciones sus escritos, y no
dar por _inventos_ las cosas, que, o no existen, o no son nuevas.
[Nota a: Debe encargarse a todos la atenta letura del Boyle en su
tratado: _De mirabili vi effluviorum_.]
[20] Pero en ninguna cosa se enganan mas los hombres, haciendo mal uso
de los sentidos, que en el trato civil; y todos los errores que en el se
cometen, solo nacen de que se fian demasiadamente de las apariencias
sensibles. Casi todos siguen las cosas que se imprimen mas en la mente;
y como las cosas sensibles hagan esto porque tocan a los hombres mas
vivamente, por eso facilmente dexan llevarse de sus impresiones. Pero el
hombre sabio, enterado de los enganos que ocasionan las imagenes de los
sentidos, percibe como los demas los objetos que se le presentan, y
juzga, no segun las apariencias, sino segun la razon. Si yo pudiera
imprimir esta maxima en el comun de los hombres, se ciertamente que
serian mas racionales, y menos sensibles. Para conocer esto, hare ver
algunos errores frequeentes en el comercio civil, y este conocimiento
podra servir para evitar muchos otros, siendo imposible proponerlos
todos.
[21] Es frequeentisimo juzgar los hombres de las cosas por las
apariencias que se presentan a los sentidos, sin examinar la realidad de
las mismas cosas, y por eso es tambien frequeentisimo enganarse. _Bello
rostro tiene Ariston_, dice uno, _la cara es de hombre de bien: ique
agasajo tiene! es cierto que tiene policia, y habla con modo, y trata
con cortesia a toda el mundo. iO! es Ariston muy buen hombre_. Este
juicio de que Ariston es hombre de bien porque tiene buen rostro, porque
habla con modo, &c. suele ser falsisimo, y muchas veces con estas
circunstancias se halla un ladron insigne. La razon dicta, que para
afirmar seguramente que Ariston es hombre bueno, sepamos que es
virtuoso, porque, como hemos dicho, no puede serlo de otra forma. Pues
si todas aquellas apariencias externas se compadecen tanto con la virtud
como con el vicio, ?por que ha de gobernarse el hombre por ellas para
afirmarlo? Del mismo modo yerran los que juzgan lo contrario.
_Cleobulo_, dice otro, _va con habitos largos, el cuello torcido,
sombrero grande, con gran compostura, y despues se ha averiguado que era
hipocrita, y por tal le han castigado. No hay que creer, pues, a estos
que andan con semejante trage, y figura._ Este ultimo juicio es
erradisimo, ya porque de un exemplar, que se ha presentado a los
sentidos
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