franceses y holandeses que ha tenido jamas despues
que[521] se representa en el la eternidad de Dios, aunque entren las de
Jerjes y Dario, y pienso que ha de hacer dar grada[522] a mujeres de las
luteranas y calvinistas y protestantes que siguen la seta de sus
maridos, tanto, que los mas de los dias vuelve el dinero el purgatorio.
--Gana me da, si pudiera--dijo la Mulata--, de dalle mil besos.
--En pais esta--dijo don Cleofas--, que tendra el original bastante
mercaderia de eso; que esta ceremonia dejo Judas sembrada en aquellos
paises[523].
--iOh, como me pesa--dijo la Rufina--que va anocheciendo, y
encubriendose el concurso de la calle Mayor!
--Ya todo ha bajado al Prado[524]--dijo el
Cojuelo--, y no hay nada que ver en ella; tome vuesa merced su espejo;
que otro dia le ensenaremos en el el rio de Manzanares[525], que se
llama _rio_ porque _se rie_ de los que van a banarse en el, no teniendo
agua; que solamente tiene regada la arena, y pasa el verano de
noche[526], como rio navarrisco[527], siendo el mas merendado y cenado
de cuantos rios hay en el mundo.
--El mas caudal[528] del es--dijo don Cleofas--, pues lleva mas hombres,
mujeres y coches que pescados los dos mares.
--Ya me espantaba yo--dijo el Cojuelo--que no volvias por tu rio.
Respondele eso al vizcaino que dijo: "O vende puente, o compra rio".
--No ha menester mayor rio Madrid[529]--dijo don Cleofas--, pues hay
muchos en el que se ahogan en poca agua, y en menos se ahogara aquel
regidor que entro en el Ayuntamiento de las ranas del Molino
quemado[530].
--iQue galante eres--dijo el Cojuelo--, don Cleofas, hasta contra tus
regidores!
Bajandose con esto de la azutea, y la Rufina protestando al Cojuelo que
le habia de cumplir la palabra al dia siguiente. Todo lo cual y lo que
mas sucediere se deja para esotro tranco.
TRANCO IX
Y saliendose al ejercicio de la noche pasada, aunque las calles de
Sevilla, en la mayor parte, son hijas del Laberinto de Creta, como el
Cojuelo era el Teseo de todas, sin el ovillo de Ariadna, llegaron al
barrio del Duque, que es una plaza mas ancha que las demas, ilustrada de
las ostentosas casas de los Duques de Sidonia, como lo muestra sobre sus
armas y coronel un nino con una daga en la mano[531], segundo Isaac en
el hecho, como esotro en la obediencia, el dicho que murio sacrificado a
la lealtad de su padre don Alonso Perez de Guzman el Bueno, alcaide de
Tarifa; aposento siempre de los asistentes de
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