so la mano que todo lo guia.
Del riesgo asustada la familia mia 205
quiso en vuestra esposa buscar su consuelo.
Con tino infalible, con provido celo
salud en la villa benefica vierte,
y enfermo en que airada se ceba la muerte,
le salva su mano, bendita del cielo. 210
Con vos irritado, no quise atender
al dulce consejo de amante inquietud.
"No cobre (decia) jamas la salud,
si mano enemiga la debe traer."
Mayor mi teson a mas padecer, 215
la muerte en mi alcoba planto su bandera.
Por fin, una noche... iQue noche tan fiera!
Blasfemo el dolor haciame ser;
pedia una daga con furia tenaz,
rasgar anhelando con ella mi pecho... 220
En esto a mis puertas, y luego a mi lecho,
llego un peregrino, cubierta la faz.
Angel parecia de salud y paz...
Me habla, me consuela, benigno licor
al labio me pone; me alivia el dolor, 225
y parte, y no quiere quitarse el disfraz.
La noche que tuve su postrer visita,
ya restablecido, sus pasos segui.
Cruzo varias calles, viniendo hacia aqui,
y entro en esa ruina de gotica ermita, 230
que a vuestros jardines terminos limita.
Detuvele entonces: el velo cayo,
radiante la luna su rostro alumbro ...
era vuestra esposa.
PEDRO. iEra Margarita!
MARTIN. Confuso un momento, cobreme despues, 235
y viome postrado la noble senora.
--Con tal beneficio, no cabe que ahora
provoque mi mano sangriento reves.
Don Pedro Segura, decid a quien es
deudor este padre de verse con vida, 240
que esta la contienda por mi fenecida.
Tomad este acero, ponedle a sus pies.
(_Da su espada a don Pedro, que la coloca en el bufete_.)
PEDRO. iFeliz yo, que logro el duelo excusar
con vos, por motivo que es tan lisonjero!
Si pronto me hallasteis, por ser caballero, 245
cuidado me daba el ir a lidiar.
Con tal companera, ?quien no ha de arriesgar
con susto la vida que lleva dichosa?
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