guardada tanta amargura!
Yo hubiera en tu amor filial
gozado, y gozar no debo
nada ya, desde que llevo 400
el cilicio y el sayal.
ISABEL. iMadre!
MARGARITA. Temi, recele
dar a tu amor incentivo,
y solo por correctivo 405
severidad te mostre;
mas oyendote gemir
cada noche desde el lecho,
y a veces en tu despecho
mis rigores maldecir, 410
yo al Senor, de silencioso
materno llanto hecha un mar,
ofreci mil veces dar
mi vida por tu reposo.
ISABEL. iCielos! iQue revelacion 415
tan grata! iQue injusta he sido!
iQue tanto me habeis querido!
iMadre de mi corazon!
Perdonadme... iQue alborozo
siento, aunque llorar me veis! 420
Seis anos ha, mas de seis,
que tanta dicha no gozo.
Mi desgracia contemplad,
cuando como dicha cuento
que mis penas un momento 425
aplaquen su intensidad.
Pero este rayo que inunda
en viva luz mi alma yerta,
?dejareis que se convierta
en lobreguez mas profunda? 430
Madre, madre, a quien adoro,
el labio os pongo en el pie;
mi aliento aqui exhalare,
si no cedeis a mi lloro. (_Postrase._)
MARGARITA. Levanta, Isabel; enjuga 435
tus ojos; confia.... Si,
cuanto dependa de mi....
ISABEL Ya veis que en rapida fuga
el tiempo desaparece.
Si pasan tres dias, itres!, 440
todo me sobra despues,
toda esperanza fallece.
Mi padre, por no faltar
a la palabra tremenda,
le rendira por ofrenda 445
mi albedrio en el altar.
Vuestras razones imprimen
en su alma la persuasion:
en mi toda reflexion
fuera desacato, crimen. 450
Y yo, senora, lo veo:
podra llevarme a casar;
pero en vez de preparar
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