stos muy ventajosos que
ocupaban en la cresta de la montana en que estaban alojados, cuyo ataque
emprendieron valerosamente; y tuvieron la fortuna no solo de conseguir
el intento, sino tambien derrotarlos enteramente, a vista del resto de
las tropas que esperaban el exito del suceso.
Al siguiente dia se tuvo noticia por un desertor de los enemigos, que
habian colocado una bateria en la falda de otra montana, inmediata al
camino que debia seguir nuestro ejercito, y que la defendian 10,000
combatientes. Se nombro inmediatamente una columna muy reforzada, para
que, tomando otra direccion, rodease la montana y subiese a dominar por
la espalda a los rebeldes, y el Comandante General con el resto del
ejercito se puso en marcha por la llanura: pero a la media legua tuvo
que dar vuelta para evitar otra montana, y bajar a un valle muy ancho y
espacioso, donde con mas desembarazo pudiesen maniobrar sus tropas.
Luego que avistaron los rebeldes unas cargas de los indios de Tinta y
Chincheros que se habian adelantado sin orden, las atacaron con la mayor
intrepidez y osadia. Unos caballeros aventureros y los dragones de Lima
y Caravaillo, que llevaban la vanguardia del ejercito, salieron a la
defensa, y este motivo fue empenando sucesivamente las demas tropas con
el grueso de los sediciosos, y se trabo la accion, en que fueron
derrotados completamente, dejando en el campo de batalla un crecido
numero de cadaveres, sin contar infinitos heridos que retiraron o se
hicieron prisioneros, y aun el mismo Jose Gabriel Tupac-Amaru lo hubiera
quedado, a no haberse libertado por la lijereza de uno de sus caballos,
en que emprendio una precipitada fuga, y con tanto aturdimiento, que
olvidandose del vado del rio que debia atravesar para ir a Tinta, se
arrojo a nado por lo mas profundo, donde estuvo muy cerca de ser
sumergido en las aguas, y de acabar en ellas su vida. Este accidente
consterno mas y mas el animo del tirano, y determino huirse sin pasar
por Tinta, y antes de poner en practica esta resolucion, escribio a su
muger en los terminos mas pateticos y melancolicos, diciendules: _vienen
contra nosotros muchos soldados y muy valerosos, no nos queda otro
remedio que morir_. Se ignoraban en el ejercito estas ultimas
particularidades, sin saberlas se puso de nuevo en movimiento, para
seguir la marcha, con la resolucion de alojarse aquella noche en Tinta:
pero no pudo verificarse, a causa de que el rio inmediato detuvo el paso
a las tropas, por
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