apresuraba a dejarlas abandonadas en medio de los campos. Los padres y
los maridos miraron con nuevos ojos a las mujeres dentro de sus casas.
Imploraban su proteccion para que intercediesen con el gobierno
femenino.
Como usted adivinara, un movimiento de esta clase no podia quedar dentro
de los limites de lo que se llamaba antiguamente Liliput. Las mujeres de
Blefuscu enviaron una comision por los aires para pedir a sus hermanas
victoriosas que fuesen a libertarlas de una esclavitud de cuarenta
siglos. Media docena de aparatos y un peloton de voladoras resultaron
suficientes para que el reino vecino quedase en poder de las mujeres,
muriendo su monarca y los principales dignatarios.
En resumen: basto una semana para que en todos los paises triunfasen las
mujeres, quedando los hombres en un servilismo igual al que habian
infligido a nuestro sexo durante miles de anos. Asi fue lo que hemos
convenido en llamar la Verdadera Revolucion, tan distinta en sus
resultados a las revoluciones hechas por los hombres.
Pero la muerte de la tirania masculina no era suficiente. Habia que
organizar y gobernar la nueva existencia del mundo, y esto lo hicimos
mucho mejor y con mas rapidez que cuando reunian los hombres su inutil
Sociedad de las Naciones para acabar con las guerras.
Como ya no quedaban armas explosivas, y las que se habian salvado de la
destruccion resultaban inutiles gracias a los "rayos negros", no fue
dificil evitar la reproduccion de los exterminios humanos. No habiendo
ya ejercitos de hombres, era imposible que resucitase la guerra.
He olvidado decirle que sobre el mar ocurrio lo mismo que en las
ciudades. Los aviones del Comite, con sus temibles chorros de luz negra,
suprimieron todas las islas movibles artilladas por los hombres. Apenas
fueron volados unos cuantos de aquellos navios colosales, las
tripulaciones huyeron de los demas, dejandolos abandonados en los
puertos. Algunos flotaron perdidos en el mar, pues los marineros, a la
vista de uno de los aeroplanos femeniles, echaban al agua las
embarcaciones menores, escapando del buque, que era para ellos un volcan
proximo a hacer erupcion. Los submarinos se apresuraron igualmente a
ganar los puertos, vomitando toda su gente. Temian a los "rayos negros",
capaces de buscarles en las mayores profundidades.
En una palabra, gentleman: acabo el ejercito y la flota de los hombres
en todas las naciones de nuestra raza. Murieron muchisimos al intentar
la resisten
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